«Eso que puede parecer banal para algunas personas, da cuenta de cómo un gobierno entiende que Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) también son personas: personas que merecen de una atención específica de parte del Estado, que sea capaz de comunicarse con ellos para que entiendan qué se está anunciando».
Con estas palabras, la defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, elogió la gestión de España. El país, a su juicio, «ha dado muestras de poner a los niños como sujetos de derecho», principalmente a través de dos iniciativas: asegurar que todos pasarán de curso y anunciando excepciones para permitirles pasear en cuarentena.
«Cuando se anuncian estos permisos, parte pidiéndoles disculpas por haberlos tenido encerrados por el covid», dijo Muñoz este lunes en conversación con Radio Universo, planteando que la iniciativa se podría imitar en terreno nacional. La idea, que le parece «muy valorable», ya se le planteó a la subsecretaria Katherine Martorell. «La subsecretaria Martorell se comprometió a analizar esta situación y espero que, como ha tenido disposición en otros contextos, como los permisos para los niños con padres separados, también en esta oportunidad acceda a la petición», aseguró Muñoz.
La defensora de la Niñez considera que «en Chile no hemos visto una comunicación efectiva con NNA» y que no ha habido «nadie que se haya preocupado de hablarles directamente a ellos, para que les sea posible que entiendan lo que estamos viviendo y aminorar la ansiedad».
«Si además consideramos que la situación de confinamiento no es igual en todas partes, que las personas que viven en situación de mayor vulnerabilidad y pobreza tienen un confinamiento mucho más complejo por el hacinamiento, por la escasez de situaciones donde puedan realizar en sus domicilios actividades distintas, resulta aún más prioritario que tengan esta posibilidad», añadió.
Así, la defensora de la Niñez espera que el permiso exista «muy pronto» para permitir a menores de edad «tener algún espacio en las afueras de sus domicilios —con todos los resguardos para que no se contagien— que les permita realizar el derecho al juego y la recreación que, por mucho que algunos no lo crean, es un derecho humano también».
Fuente: Emol
