Como grave calificaron dirigentes de la pesca artesanal la situación en la que se encuentran los puertos pesqueros, por efectos de la pandemia y el decaimiento en la actividad pesquera, comercial y turística, provocando un déficit presupuestario que está causando problemas en su mantención y en el empleo de personas.
Cuentas de insumos básicos, pago de concesiones, retiro de residuos, sueldos de personal administrativo, de seguridad, aseo y hasta arriendos a la empresa privada, serían algunos de los ítemes que las organizaciones de pescadores a cargo de puertos pesqueros no podrían financiar por falta de entradas.
Juan García, presidente del Sindicato de Pescadores de Caleta Anahuac, de la Cooperativa de Pescadores de Puerto Montt, dijo que el financiamiento de las caletas es una situación de estrés constante, debido a que la productividad bajó en un 80% y no hay desembarques.
El dirigente local acotó que están subsistiendo gracias al cobro por amarre de embarcaciones y servicio de delivery en el puerto, para pagar las remuneraciones, pero han que renegociar cuentas, como por ejemplo la cuenta de luz por un monto cercano a los 10 millones de pesos, situación que se observa de la misma manera en las caletas de Calbuco, Dalcahue, Carelmapu y Ancud, entre otras.
Por su parte, Marcelo Soto dirigente de los pescadores artesanales de Calbuco agregó que no hay ninguna posibilidad de ayuda con los bancos, por ser un sindicato, pese a que tienen un negocio establecido, pagan impuestos, tienen personas trabajando, pagan imposiciones, hoy día están desprotegidos y el tema señaló debiese ser abordado por las autoridades.
Los dirigentes del sector, fueron enfáticos en señalar en que el Gobierno debería reconocer la pesca artesanal en la región de Los Lagos como un polo económico importante, productivo, que necesita de un salvavidas tal como se lo han brindado a otros sectores, recalcando que ni siquiera están listos los trámites para pasar a la nueva Ley de Caletas, que suponía una ayuda para su desarrollo.