Junto con el impacto económico en los distintos rubros y los problemas logísticos que se podrían generar por eventuales cambios de planes para las fiestas de fin de año, expertos del área de salud mental prevén que el abrupto retroceso de la Región Metropolitana a la fase 2 del plan «Paso a paso» –que implica restricción de desplazamiento los fines de semana y festivos– puede generar importantes efectos psicológicos en la población.
«Es duro desde un punto de vista de salud mental, porque haber vivido tantos meses de confinamiento generó muchas emociones negativas: rabia, angustia, tristeza, algunas personas desarrollaron patologías psiquiátricas, como depresiones, trastornos de pánico, de ansiedad.
Luego viene este ‘veranito de San Juan’, donde podemos volver a hacer una vida seudo normal, y (ahora) volver a caer bruscamente en una serie de restricciones es como retraumatizar a las personas», comenta el Dr. Bernardo Barra, psiquiatra de la Clínica U. de los Andes.
Agrega que «desde ese punto de vista, me parece que es bastante complejo, teniendo súper claro que es una medida de protección y es lo que corresponde hacer» desde el ámbito sanitario. «Es duro desde un punto de vista de salud mental, porque haber vivido tantos meses de confinamiento generó muchas emociones negativas (…) Luego viene este ‘veranito de San Juan’, donde podemos volver a hacer una vida seudo normal, y volver a caer bruscamente en una serie de restricciones es como retraumatizar a las personas» Dr. Bernardo Barra, psiquiatra Clínica U. de los Andes
En cuanto a los efectos que podría tener este nuevo encierro en la salud mental, menciona que esto puede empezar «a generar de nuevo altos montos de angustia y de ansiedad, en algunas personas pánico, en otras personas rabia, irritabilidad, molestia de tener que volver a vivir este encierro».
Dice que la medida además provoca «mucha incertidumbre de para dónde vamos: si va a ser breve o vamos a un encierro prolongado y éste es solo el inicio», lo que «en general, para el ser humano es difícil de sobrellevar (…) se presta para elucubraciones, ideas, etc.».
Un factor adicional en ese sentido es que «estamos muy cerca de fiestas que son súper importantes, sobre todo la Navidad, que convoca mucho a las familias, que todos se quieren ver, que muchas familias se reencuentran; entonces es súper duro que haya un distanciamiento, muchos viven en otras regiones y no podrían viajar a estar con sus seres queridos, y eso afecta al estado emocional de las personas».
La Dra. Gerina González, médico jefe del Centro de Salud Mental de Clínica Santa María, coincide en que «es difícil» para las personas asumir un nuevo confinamiento, ya que «se reactivan temores respecto a la pandemia que se veía que venían bajando».
Dice que eso «puede aumentar bastante la ansiedad, y ya se ha visto que eso ha llevado a importantes síntomas psiquiátricos y psicológicos, que han requerido muchas veces tratamiento farmacológico o psicoterapia, porque los síntomas han llegado a ser severos, porque la gente no ha podido adaptarse a las circunstancias».
A los ya mencionados, agrega los «trastornos del sueño». Además «en esta época la gente ya estaba planificando su fin de año (…) y genera bastante frustración y ansiedad el tener que romper un plan que estaba propuesto para la familia».
Sería más difícil asumir el confinamiento cuando se acera el verano Otra diferencia con respecto al anterior confinamiento por la pandemia es que esta vez las restricciones se anuncian cerca de la temporada estival. «El encierro del verano puede generar un poco más de frustración de la que se vivió en marzo, cuando partía el otoño, puesto que el verano es una promesa de actividades al aire libre, vacaciones y de un momento a otro nos damos cuenta que no va a poder ser así» Solange Anuch, psicóloga Clínica Alemana
Sobre esto, la Dra. González señala que «puede aumentar la frustración el hecho de estar confinado en una época que normalmente sería de hacer más actividades al aire libre, de tener vida social; el clima tiene que ver con el simbolismo de esta época del año más que porque el calor provoque una molestia extra».
La psicóloga Solange Anuch, de la Clínica Alemana, también considera que «el encierro del verano puede generar un poquito más de frustración de la que se vivió en marzo, cuando partía el otoño invierno, puesto que el verano es una promesa de actividades al aire libre, de vacaciones y, de un momento a otro, nos damos cuenta que esto no va a poder ser así».
Por su parte, el Dr. Bernardo Barra señala que «más allá de las incomodidades que genera estar encerrado con calor, yo creo que (estar en cuarentena) en esta época es mejor que en invierno, donde un clima más hostil genera una mayor aparición de enfermedades de salud mental». Mantener el contacto social es clave Los expertos coinciden en que un factor que ayuda a sobrellevar de mejor forma el confinamiento es el contacto social.
El Dr. Barra plantea que éste se debe intentar mantener, presencialmente, de lunes a viernes en espacios al aire libre o los fines de semana a través de las plataformas digitales. «Mantener el contacto social es por lejos una de las cosas más importantes para poder sobrellevar psicológicamente mejor esta pandemia; y nos dimos cuenta que (los dispositivos) podían ser una manera de paliar la ausencia de otro», afirma.
Mientras que la Dra. González apunta que «en este contexto, lo mejor es tratar de mantener la red social activa, aunque sea de forma remota, reuniones por Zoom, no quitar el simbolismo que la época representa, sino que transformar lo que significa la época en algo virtual».
Otro aspecto que puede contribuir a hacerlo más llevadero es que las autoridades «clarifiquen» lo más posible el panorama hacia adelante. «El saber qué es lo que viene, que la gente sepa un poco más a qué atenerse, baja bastante los montos de ansiedad y de angustia», indica el Dr. Barra. Sobre esto, autoridades de Gobierno han señalado que la medida en la RM es «preventiva» y que se revisará el 21 de diciembre.