Tatiana Ivanoff
Directora de Formación e Identidad
Santo Tomás sede Osorno
Sin duda el año 2020 ha tenido todos los matices posibles, tanto a nivel mundial como a nivel nacional, esto ha provocado gran temor e incertidumbre, desesperanza y depresión. Se han puesto en evidencia actitudes humanas que distan bastante de aquello que nos caracteriza como seres humanos, como todas las situaciones de conflicto, la pandemia ha sacado lo peor del ser humano pero también, como en todas las circunstancias difíciles, han aparecido las virtudes humanas donde la fe, la esperanza y la caridad han sido un pilar muy importante para nuestras relaciones familiares y la vida en comunidad.
El Cristianismo en la Biblia se nos enseña “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, en el poema épico Indú Mahabharata se extrae “No hagas a los demás lo que no es bueno para ti”; en el Udanavarga Budista se encuentra la sentencia “No trates a otros de maneras que tú mismo consideras hirientes”; en el Taoísmo, Lao Tse señala: “Considera como tuyas las ganancias de tu prójimo y sus pérdidas como las tuyas propias”; la Torá también enseña que uno de los preceptos más importantes en el judaísmo, es el amor al prójimo; del mismo modo el islamismo señala en el Corán que “ninguno de vosotros es un creyente en tanto que no améis para vuestro hermano lo que amáis para vosotros mismos”.
Es así como muchas culturas y creencias tienen el amor al prójimo como una de sus premisas más importantes.
Santo Tomás de Aquino nos enseña que, “es preciso, que al hacerse uno amador de Dios, se haga también amador del prójimo” (Suma contra Gentiles, Libro III, cap. 117)
Estando cercana la fiesta navideña, es necesario reflexionar hoy más nuca, respecto de nuestro actuar en estos tiempos, en cómo nos hemos conducido y si hemos obrado de acuerdo con nuestros valores, acordes a nuestra categoría de seres humanos.
Paz y amor es la frase que llena las tarjetas y parabienes de navidad, hagamos real esta frase con nuestras acciones de autocuidado y de cuidado al prójimo; consideremos que hoy tenemos la oportunidad y la responsabilidad de hacer las cosas mejor, de amar, de perdonar y dar a los demás de acuerdo con el amor universal; que esta navidad sea para dar a quien necesita de nuestro amor y de nuestra ayuda; sumémonos, de acuerdo a nuestras capacidades, o las campañas que distintas organizaciones están realizando de tal modo de dar paz y amor a todos los corazones que hoy se encuentran solos, abatidos o desesperanzados.