Luego de participar del traspaso del Hogar de Ancianos Santa María de Osorno, a la Fundación Las Rosas, el capellán de la institución de beneficencia, Andres Ariztia, señaló que resulta incomprensible que aquellas personas que aportaron con tanto esfuerzo al desarrollo y progreso de esta sociedad, el país les dé la espalda pagándoles una pensión que no les alcanza para terminar el mes.
La crítica la hizo el religioso, mientras se refería a la problemática que deben enfrentar todos los meses los hogares de ancianos del país, para atender a los adultos mayores y el poco aporte que reciben del estado chileno para poder llevar adelante esta obra de caridad.
“Una pensión de hambre no es justo para los ancianos que deberían disfrutar con júbilo después del trabajo de toda una vida, y en este aspecto el estado ha sido pasivo en la búsqueda de una solución para mejorar sus precarias condiciones que no les permite ser felices”. Por ello, dijo, estos hogares lo único que hacen es hacerse cargo de la gente vulnerable que requiere de una especial atención en esta etapa, sentenció el capellán. .
Finalmente dijo que la Fundación Las Rosas depende sólo de la caridad y buen corazón de la comunidad y no recibe aportes de empresas u otras instituciones, por lo que el aporte de los osorninos será fundamental.