Como en efecto dominó, los aumentos de los precios del maíz y la soja en los últimos años presionan los valores de la carne a nivel mundial y en los próximos meses será evidente en los mostradores.
La inflación de los precios de los alimentos no se trata de un fenómeno exclusivamente local sino de orden internacional, los precios de todo el mundo fueron remarcados ascendentemente durante el año pasado en todos los rubros, y desde la agencia Bloomberg aseguran que esa tendencia empeorará en unos meses.
Según la agencia americana, los productores de ganado bovino, porcino y avícola están altamente presionados por los altos precios del maíz y la soja que alcanzaron recientemente un pico en los últimos siete años.
Los costos de la alimentación del rebaño se han incrementado un 30% consecuencia de los precios de los granos, por ello, gigantes productores como Tyson Foods Inc. están trasladando esos costos a los precios de los productos finales. Se estima que las cadenas de suministro serán afectadas por esto y en los próximos meses se verán en todo el mundo precios más altos en la carne de res, cerdo y pollo.
Proyectan que en unos meses se repetirá el mismo fenómeno del 2012, en el que la sequía en Estados Unidos elevó los precios de los granos y eso se trasladó directamente en los precios de las carnes. Nuevamente, las carnes serán, según Bloomberg, “un impulsor de la inflación alimentaria mundial”.