El factor Semana Santa: Los riesgos que representa el fin de semana largo para las elecciones de abril

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Hace casi un año, el Gobierno enfrentaba con la Semana Santa su primer fin de semana largo y ocupaba un tono duro para advertir del riesgo del SARS-CoV-2, que empezaba a hacer estragos en el territorio chileno. Fue en esa antesala cuando la Subsecretaría de Prevención del Delito bajó los permisos para ir al supermercado de una frecuencia diaria a dos veces a la semana, y redujo el permiso para tratamientos médicos de 24 a 12 horas.

Entraron en vigencia, además, dos cordones sanitarios para controlar el desplazamiento hacia y desde las regiones Metropolitana y del Biobío. La ministra de Transporte llamó a «no realizar viajes», el titular de Obras Públicas prometió que se detendrían «absolutamente todos los vehículos» y el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, calificó de «pelotudos» e «irresponsables» a quienes planeaban acudir a su segunda vivienda durante el feriado.

Pese a las advertencias, Carabineros informó que más de mil vehículos tuvieron que ser retornados. Ese viernes 10 de abril, Chile acumulaba 6.695 casos de covid-19 y habían muerto menos de cien personas. Un año después, cuando el Gobierno ya volvió a anunciar nuevos cordones sanitarios para la misma fecha, se han registrado más de 900 mil casos y más de 21 mil decesos. Los números suben, además, nuevamente con rapidez. Por eso las autoridades miran con preocupación la cercanía de Semana Santa.

Según la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, el feriado es «la única variable» que les preocupa. «Va a impactar sin duda la movilidad. Entre más se mueven las personas, más se mueve el virus con nosotros. Eso es algo que hay que considerar para ese fin de semana en particular. El escenario nacional es muy frágil: si no contamos con camas críticas para atender a los pacientes, la mortalidad aumenta de forma altísima», aseguró la doctora en conversación con radio Universo.

«La Semana Santa, que da justo antes de las elecciones, es un momento que es crítico», dijo este martes el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio. «De ahí que no va a existir el permiso de vacaciones y, segundo, se van a hacer cordones sanitarios para restringir al máximo la movilidad. Con respecto a que hayan posibles cuarentenas u otros, eso va a depender de la incidencia que tenga cada comuna», añadió.

La preocupación por el escenario epidemiológico, que aparece más complicado que hace un año, se agudiza debido al evento que sucederá al feriado: las elecciones del 10 y 11 de abril, donde se elegirá a gobernadores regionales, alcaldes, concejales y convencionales. Por eso los expertos en salud pública advierten que Semana Santa será un momento clave para definir si las votaciones se pueden o no llevar a cabo sin que representen un riesgo manifiesto para la población.

Desde la academia, la docente de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, Soledad Martínez, señala que lo prudente sería que ese fin de semana «se suspenda todo», empezando por los viajes interregionales. «No me imagino que pudiéramos tener gente saliendo ese fin de semana ni a Miami, ni a la costa, ni a Coquimbo. Sería una locura. Esto tiene que cerrarse, tal como se cerró para el 18 de septiembre», concluye.

Un debate peligroso

Desde España, el periodista John Müller analizó el debate que se ha abierto por la realización de las elecciones. En conversación con Mirada Política de EmolTV, mencionó el ejemplo de las elecciones en Cataluña, donde la participación ciudadana bajó 27 puntos porcentuales hasta llegar a 51%.

«Ese debate, si está todos los días en los medios, arruina la participación. Si empezamos a debatir este tema, que es lo que pasó en Cataluña, y unos partidos dicen que sí y otros que no y se genera incertidumbre, si al final no se suspende la elección la participación se va a ver resentida, porque se va a haber hecho, sin querer, una campaña en contra de la votación», advirtió.

Fuente: Emol.com