En conversación con Radio Sago el Superintendente de Medio Ambiente, Cristóbal de La Maza, señaló que la empresa Camanchaca reportó la mortalidad hace varios días atrás y de acuerdo a los planes de contingencia el retiro debe ser mucho más expedito y ante los retrasos de su programa de contingencia la SMA exigió como medida provisional un plazo último para cumplir con el retiro de mortalidad.
El Superintendente puntualizó que hay obligaciones que cumplir y una investigación en curso para confirmar o descartar los planteamientos de la empresa durante este evento, pero están abocados al control de la emergencia.
Cristóbal de La Maza, señaló que hay que entender a que la floración de algas nocivas responde a fenómenos naturales, pero cuando se conjugan una serie de factores, se dan condiciones favorables para la propagación de estas algas.
El Superintendente de medio ambiente recordó que el 2016 tuvimos un evento de una magnitud muchísimo más alta, con 40 mil toneladas de biomasa que se perdieron de la producción de la salmonicultura y finalmente esa mortalidad tuvo que ser manejada como un evento de escala mayor.
De La Maza, recalcó que hasta ahora se han reportado aproximadamente 5 mil 500 toneladas de mortalidad, sin embargo, este capítulo aún no se cierra, se está evaluando qué sucede con los salmones que fueron retirados de manera preventiva, retirados a otros centros donde no había floración de algas, cerca de 8 millones de ejemplares y si esos salmones sufrieran un evento de mortalidad masiva esta contingencia podría ser aún mayor.
El Superintendente de medio ambiente indicó que esperan que la situación en los próximos días vaya evolucionando de manera positiva, ya que la concentración de algas en la columna de agua es menor a lo que se había registrado hace algunas semanas, pero se mantienen alerta y están tomando medidas en atención al control de la emergencia.
Consignar que los ejemplares vivos fueron trasladados fueron trasladados a otros centros en centros de zonas aledañas libres de floraciones algales nocivas, pero los ejemplares muertos fueron trasladados a plantas reductoras porque finalmente la mortalidad de salmones es materia prima para la producción de harina de pescado.