Moisés Bravo, el padre del pequeño Tomás, ni siquiera intentó esconder su molestia por la filtración del informe que decía que su hijo falleció debido a causa de inanición e hipotermia. Es decir, se trataría de una muerte accidental y no algo ocasionado por terceros.
“Han sido 2 meses de mucha angustia, y actos de este tipo no contribuyen a nada en el proceso de investigación, muy por el contrario, desvían el foco de atención principal que es encontrar la verdad de lo que ocurrió con nuestro hijo y que se haga justicia”, agregó.
Luego dijo que “él o los funcionarios que hayan filtrado estos documentos han vulnerado una vez más los derechos de nuestro hijo Tomás (…) Vamos a luchar para que se haga justicia, y se establezca la verdad. Exijo que las autoridades investiguen esta filtración y apliquen las máximas sanciones”.
Finalmente, hizo un llamado a que “personas de este tipo no pueden trabajar en un servicio público y menos un área tan sensible como lo es el Servicio Médico Legal”.