El renovado protocolo de Carabineros en cuanto al control del orden público instruye a los uniformados a utilizar menos sustancias químicas como gases lacrimógenos -tanto desde carabinas como desde vehículos motorizados- y elementos mecanizados, como los vehículos que usan para dispersar manifestantes.
En cambio, este determina un aumento del uso de agua, el despliegue de funcionarios a pie, así como del porte de cámaras que sustentan las detenciones hechas en el marco de manifestaciones, desórdenes y hechos de violencia en la vía pública, según consignó El Mercurio.
La institución, junto al Gobierno, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y la Defensoría de la Niñez, entre otros organismos, trabajan desde hace meses en este documento, que para el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, «da cuenta de que el proceso de reforma de Carabineros es constante, que está ocurriendo a través de distintas medidas. Parte de ello es ir plasmando las lecciones aprendidas en procedimientos formales».
Uno de los avances claves para la autoridad es el que se incorporen «equipos de aseguramiento de evidencia que permiten que aquellas personas que cometen delitos graves en el contexto de una manifestación sean identificadas, sean filmadas, fotografiadas, de tal manera de poder presentar esa evidencia en un tribunal».
Las modificaciones ya estarían dando frutos, a juicio de Galli, quien especuló sobre una relación entre el futuro protocolo y el que «hace más de cinco semanas no tengamos incidentes en Plaza Baquedano».
Sin embargo, el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, explicó que, tras limitarse el uso de la escopeta antidisturbios el año pasado, «ahora está la incorporación de nuevos elementos para el control del orden público, relacionados con la nueva estrategia del uso de los medios que tenemos, y que tiene que quedar en un manual de operaciones, que está en pleno desarrollo».
Uno de esos cambios afectaría el uso de «elementos mecanizados que utilizan gas pimienta», con lo que el director de la institución aprovecha de destacar que «todos los elementos evaluados por diferentes organismos, como el INDH y la Defensoría de la Niñez se incorporan a este manual de operaciones».
Fuente: Cooperativa