Frente a los numerosos efectos adversos como inundaciones, sequías, derretimiento de los polos, y otros desastres naturales que impactan en todo el orbe, la pregunta ya no es si el Cambio Climático existe o no, sino más bien cómo actuamos frente a esta latente realidad.
A través del Ministerio del Medio Ambiente, Chile ha tomado acción en esta materia por medio de la presentación de la Ley Marco de Cambio Climático, que hoy se tramita en el Congreso, una iniciativa que apunta a la elaboración de políticas públicas que conlleven a medidas específicas para enfrentar este fenómeno de manera concreta en el país.
En este contexto es que vemos con satisfacción cómo en comunas como Hualaihué, caletas pesqueras abordan medidas de adaptación para garantizar sus recursos pesqueros en el futuro, mientras en Chiloé se implementan con fuerza programas de Economía Circular para la gestión de residuos, con la consecuente disminución de gases de efecto invernadero, sumado a las numerosas organizaciones a nivel regional que impulsan iniciativas sustentables por medio del Fondo de Protección Ambiental.
Y es que, día a día, debemos avanzar firme con una visión clara; el desarrollo integral, inclusivo y sustentable. Para ello es preciso trabajar a fin de alcanzar objetivos tan importantes como la disminución de residuos orgánicos, la descontaminación de los ríos, el fortalecimiento del uso de energías renovables, entre otros, a través de medidas que -de manera transversal- consideren la participación ciudadana y el cambio climático en sus ejes.
Tras las recientes elecciones municipales, resulta entonces oportuno extender en este Día Mundial del Medio Ambiente, un ferviente llamado a las nuevas autoridades a tomar esta bandera con decisión, considerando esta problemática dentro de sus planes de trabajo, entendiendo que fruto de ello es que se verá mejorada la calidad de vida de toda la comunidad y las generaciones futuras.
Pero el avance de manera integral y sostenido nos compete a todos, es por eso es que la educación ambiental resulta ser un factor crítico para alcanzar mayores niveles de conciencia desde las edades más tempranas, dando paso a los agentes de cambio que liderarán en sus territorios, con comunidades cada vez más resilientes y con mejores prácticas culturales, que propendan a la conservación de nuestro patrimonio natural.
Y es que si algo nos ha enseñado la pandemia del Covid 19, es que –en un mundo altamente globalizado- todo lo que pase en un lado, termina por afectar al otro, lo que nos debe invitar a repensar nuestras acciones diarias en nuestro entorno más inmediato, respecto del cuidado del medio ambiente que nos rodea.
Klaus Kosiel Leiva
Seremi del Medio Ambiente
Región de Los Lagos