Durante esta madrugada fue asesinado en su residencia privada en Puerto Príncipe el presidente de Haití Jovenel Moise, tras un ataque armado perpetrado por desconocidos en donde la primera dama Martine Moise resultó herida siendo hospitalizada.
Situación que fue condenada por varios presidentes a nivel mundial, incluido Sebastián Piñera que calificó el asesinato como una acción cobarde. Moise presidía la nación caribeña desde febrero de 2017 y enfrentaba acusaciones de corrupción y protestas violentas por parte de la oposición quienes exigían su renuncia al cargo.
A miles de kilómetros del país, en la comuna de Osorno, André Fils-aime, representante de migrantes haitianos en la ciudad, manifestó su tristeza y angustia dada la inseguridad que existe en su nación de origen.
André Fils-aime reflexionó acerca de las consecuencias de este tipo de hechos en la comunidad de migrantes haitianos repartidos por latinoamérica. Migración que se podría acrecentar por esta demostración de violencia, la que incluye secuestros, aseguró.
Sobre la situación de sus compatriotas que se establecieron en la comuna de Osorno, Fils-aime dijo que la discriminación es una de las bases de los problemas que surgen en el diario vivir, aunque explicó que por su parte trataba de no considerarla para evitar anteponerla a los hechos reales.
Haití es uno de los países más pobres de América Latina, y que vive una inestabilidad política que deja como saldo más de 20 gobiernos en los últimos 35 años. Casi el 60% de su población vive bajo el umbral de la pobreza.
