En la antesala del segundo aniversario del 18-O, el candidato a senador por la Región Metropolitana, Jaime Mañalich, reforzó la necesidad de transformar y resignificar un lugar que considera un símbolo de división para el país a nivel social, político e ideológico.
Esa urgencia de cambios fue el motivo por el que escogió ese sector para el lanzamiento de su campaña.
“Hoy esta plaza y este barrio son una herida abierta y como médico sé que todo esfuerzo vale la pena para que una herida sane, también sé que el camino no es fácil ni breve, pero es fundamental contagiar esperanza”, expresó.
Para lograrlo Mañalich propone dos líneas de acción. La primera es generar un plan de reparación para todos aquellos microempresarios y locatarios que se vieron gravemente afectados tras los disturbios que generó el estallido social, provocando un prolongado cese de funcionamiento de sus negocios, despidos y destrucción de instalaciones. Para esta reparación sugiere alternativas como préstamos a bajo interés y bonos de reconstrucción.
La segunda línea que expone es abrir la conversación para definir un nuevo destino para este punto neurálgico de la ciudad, enfocado en un rediseño urbano radical que integre los que denomina dos Santiago divididos, donde existe una segregación que cataloga como extremadamente dolorosa.
Proceso de participación ciudadana
Para este proceso considera fundamental la participación de la ciudadanía a través de una votación voluntaria para escoger un nuevo nombre y definir un monumento o símbolo que represente este lugar. El objetivo es que vuelva a ser un punto de encuentro, sin dejar de lado la herencia y dándole sentido a todo lo que ha vivido el país en este periodo.
“Pensar que Chile va a volver a ser lo mismo que antes del 18 de octubre de 2019 es no mirar con claridad la verdad. Es poco sensato que este sitio vuelva a ser Plaza Baquedano, se necesita dar vuelta la página y que aquí construyamos algo nuevo que entregue un mensaje de paz para las generaciones que vienen”, enfatizó.