De sorpresiva e incomprensible calificó la senadora Jacqueline van Rysselberghe (UDI), la decisión del diputado Jorge Sabag (DC), de viajar a última hora de este lunes a Valparaíso a votar la acusación constitucional contra el Presidente Piñera.
Esto, porque en principio el parlamentario de la DC no asistiría al Congreso por presentar síntomas de un eventual contagio de Covid.
“Conozco hace muchos años al diputado Sabag, y considero que es una persona razonable con la que se puede dialogar y llegar a acuerdos. Por lo mismo, me cuesta entender que se haya prestado para el show mediático que instaló la izquierda radical a partir de la acusación constitucional en contra del Presidente Piñera. Sobre todo, por la forma en que lo hizo, ya que primero indicó que no asistiría a votar por presentar síntomas de un eventual contagio de Covid, y cuando cambia de opinión, presionado por su partido, llega al Congreso eludiendo a la Seremi de Salud para evitar ser fiscalizado”, afirmó la senadora.
Van Rysselberghe remarcó que “es este tipo de prácticas y conductas son las que continúan desprestigiando la actividad política en Chile. Y en momentos que debemos recuperar la confianza ciudadana, muchos en el Congreso siguen empeñados en horadar la institucionalidad del país y la democracia. Porque más allá de si la acusación tiene mérito o no, la izquierda radical la está impulsando con un claro afán electoral, donde está dispuesta a todo para destituir al Presidente Piñera y lograr algún rédito”.
“Hubiese esperado una actitud distinta del diputado Sabag, donde primara la sensatez y el sentido de responsabilidad política en circunstancias tan complejas como las que está atravesando el país. Sumarse a la marea de populismo puede tener ventajas de corto plazo para sus impulsores, pero a largo plazo ellos mismos resultarán afectados por estas malas prácticas”, puntualizó la senadora.
La parlamentaria añadió que “lo que escucho a diario y me dicen las personas de Ñuble durante mis recorridos es que quieren que se termine este clima de hostilidad, incertidumbre y polarización que enfrenta el país y que está siendo promovido por la izquierda radical. Quienes tenemos cargos de representación popular, debemos actuar con criterio y respondiendo a las prioridades que hoy tienen los chilenos, como es mejorar la salud, la educación, las pensiones y frenar la violencia que está instalada en muchas partes de Chile y que es avalada por esa misma izquierda extrema”.
