La Santa Sede decidió que el exvicario general de la arquidiócesis de Puerto Montt fuera excluido del ministerio sacerdotal.
El presbitero Tulio Soto Manquemilla fue investigado por el máximo orden de la iglesia católica, tras una serie de denuncias que terminaron siendo consideradas como “delitos canónicos, que son reñidas con el ministerio sacerdotal, especialmente en la gestión administrativa en la arquidiócesis”, según indicó en un comunicado la Iglesia de Puerto Montt.
Este martes, el Arzobispo de Puerto Montt, monseñor Fernando Ramos, indicó que por decisión de la Santa Sede, Tulio Soto deja de ser sacerdote
La Santa Sede investigaba a Tulio Soto junto a otro religioso tras la denuncia de noviembre de 2018 del entonces administrador apostólico de Puerto Montt, Ricardo Morales, luego de una auditoría externa encargada por el religioso, la que habría arrojado la existencia de diversos autocontratos que justificaban sueldos extras, la utilización de dineros para otorgar prestámos y la obtención irregular de sicotrópicos en el Centro de Salud Familiar San Pablo, que es tutelado por el Arzobispado de Puerto Montt.
Monseñor Fernando Ramos dijo que los antecedentes investigados por la Iglesia están en manos de la Fiscalía, que evaluará si existen eventuales delitos, y si existen más personas involucradas.
El Arzobispo de Puerto Montt reiteró el compromiso de la Iglesia Católica de Puerto Montt de seguir colaborando en los casos en que se han trasgredido los estándares, afectando la vida de los fieles y de las comunidades.
La determinación de la Santa Sede fue comunicada al ahora exreligioso, así como también a los fieles católicos de Puerto Montt, a través de un comunicado emitido por el Arzobispado de la capital regional
