La crisis de las materias primas agrícolas, agravada por la invasión de Ucrania, golpea duramente a la industria láctea, que empieza a faenar vacas con una producción inferior a los 30 litros diarios porque no es rentable mantenerlas, dado que un litro de leche se paga a entre 0,39 y 0,42 céntimos cuando un kilo de maíz cuesta entre 0,40 y 0,42 o un kilo de soja a alrededor de 0,60, siendo ambos elementos imprescindibles para la alimentación del ganado lechero.
José Barrau, propietario de Quesería Villa Corona, empresa ubicada en El Burgo de Ebro (Zaragoza), explicó a EFE que esta circunstancia está obligando a muchos tamberos a empezar a faenar vacas productivas con menos de 30 litros de leche al día. Mantener estas cabezas no cubre los costos y genera pérdidas, aseguró el productor. Si una explotación lechera tiene 1.200 cabezas, como tiene Barrau en sus dos tambos (una en Monzón y otra en Sangarrén, en Huesca), 600 de ellas son productivas, pero todas comen.
Fuente: Agro Información