Chile ¿Evolución o Revolución?

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Sergio Willer Daniel
Presidente Directorio
Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, SAGO A.G.


Evolución y revolución son dos medios por los cuales las sociedades gatillan cambios.

La evolución es, en general, un cambio gradual y constante en el tiempo, por el cual el desarrollo impulsa y adapta las mejoras detectadas. Una revolución es, al contrario, un cambio brusco, un quiebre radical, total…

Pensemos, por ejemplo, en el descubrimiento de la electricidad: Una revolución, basada en un avance científico, que, sin embargo, sólo trajo bienestar a toda la sociedad, cuando se integró a un proceso de evolución, permeando nuestra vida diaria a través de la iluminación de espacios, la generación de energía para máquinas, la creación de servicios, etc; a tal punto que hoy no podemos pensar en una vida en la que la electricidad no esté presente. Así, se convirtió en un bien básico.

El Estado tiene hoy en Chile el mismo desafío temporal.

El valor de los alimentos sube, pero también sus costos de producción, con insumos que registran más de 200% de alza en los últimos meses, por un fenómeno mundial. Optar por congelar precios, o tarjetas de racionamiento sólo generaría desincentivo a producir e importar alimentos.

Si el camino es ese, podríamos copiar el modelo de la Unión Europea, donde a todo productor rural se le otorga un bono por vivir en el campo; si produce en forma orgánica, el Estado subsidia adicionalmente el 30 al 50% por la menor producción natural de los sistemas. En la carne, Argentina ha bonificado en varias ocasiones en forma directa a la industria local, para que se pague el valor correcto a los productores, mientras el consumidor final sigue teniendo precios bajos.

Si las medidas se toman antes de que las situaciones se transformen en problemas, podemos evolucionar como sociedad. Es lo que distingue a países con alta calidad de vida.

Por eso, vemos con preocupación que el quiebre dado por el estallido social hace casi tres años, no ha dado paso a un proceso de evolución tan claro como el que se requiere. Hay personas que persisten en un ánimo de revolución, de destrucción “del QUÉ”; cuando muchos de los que que marcharon el 19 de octubre de 2019, más bien apuntaban a cambios en el “CÓMO” hacer las cosas, para lograr mayor bienestar para todos.

Entonces, antes de votar el próximo 4 de septiembre, asegúrese que la nueva Constitución sea clara en el CÓMO se van a hacer los cambios, antes que sólo huela a más promesas….