Encuentro ovino: la ganadería es clave para combatir el cambio climático

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Una población cada vez más urbana y que desconoce la forma como funciona la naturaleza, unido a un intenso movimiento en redes sociales vinculados a grupos veganos y rostros famosos del cine y la música mundial, han sido claves, según Pablo Borrelli, para levantar el mito de que la ganadería contribuye al calentamiento global, en circunstancias que es todo lo contrario.

Esta fue una de las grandes conclusiones del Encuentro de Productores Ovinos, cuya primera exposición estuvo a cargo de Pablo Borrelli, ingeniero agrónomo, gerente de Ovis 21 que es el centro del Savory Institute en Argentina, el cual se especializa en la técnica de producción ganadera de regeneración de pastizales, denominada “manejo holístico”.

Actualmente, la red reúne a más de 160 productores y 22 cabañas distribuidas en Santa Cruz, Tierra del Fuego, Chubut, Río Negro, Neuquén, Buenos Aires y Corrientes, así como también en Chile y Uruguay.

En la charla que realizó en SAGOFISUR, denominada “Hacia una ganadería ovina regenerativa y sustentable”, Borrelli explicó que, básicamente, el calentamiento global se genera a partir del aumento del CO2 (carbono) que debería estar en la tierra pero que hoy está en la atmósfera, por factores como el fuego de bosques, pastizales; uso del fuego en labores agrícolas (en vez de la cero labranza); la desforestación; y la pérdida de animales herbívoros en la tierra.

“Los pastizales de todo el planeta se desarrollaron por cientos de millones de años en co-evolución con una enorme cantidad de herbívoros. Eso es lo que pasaba en Osorno, donde habían millones de animales, como los que pueden ver en el parque Pleistocénico de Chuyaca: animales y la tierra  evolucionaron juntos”, explicó Borrelli.

EL CICLO DEL CARBONO Y EL AGUA

El ingeniero agrónomo, que trabajó por años en el INTA argentino, aseveró que los pastizales constituyen una enorme “bomba”, capaz de atrapar el carbono que hoy está en el aire y que gatilla el calentamiento global.

Los pastos acumulan biomasa aérea y subterránea (raíces) y carbono líquido. El carbono reunido en esta “bomba”, es cargado en un 90% desde el aire y luego se “descarga” en un herbívoro que le quita el carbono aéreo al comerlo. Es decir, la “bomba” se carga sin animales y se descarga, en su parte aérea, a través del herbívoro que la come. Las raíces muertas son el sustrato para descomponedores y toda la cadena aumenta la actividad biológica.

Borrelli es categórico: “los mejores suelos del planeta, los suelos negros, se generaron a través der 400 millones de años, con pastizales y animales co-evolucionando juntos. Es por ello que la ganadería debe reposicionarse a través de la ganadería regenerativa”.

Por medio de un buen manejo del pastoreo, se puede llegar a capturar 15 toneladas de carbono en un año y los sistemas silvopastoriles de ovinos, que es la especialidad de Ovis 21, pero también de bovinos, son la mejor manera de hacerlo.

El ingeniero agrónomo explicó en la charla que la regeneración de pastizales se define por aumento de la cobertura del suelo, es decir, “que no quede la tierra al aire”. “El segundo punto tiene que ver con el ciclo del agua, el que está estrechamente relacionado con la cobertura ¿cómo mantener por la mayor cantidad de tiempo el agua en el suelo? Con pastizales y vegetación y con animales que participan del ciclo de carbono, ayudando a su captura para volver a depositarlo en el suelo. Los suelos pueden capturar carbono entre dos y tres metros de profundidad de esta manera natural”.222

EL ERROR DE SACAR LOS ANIMALES

Es cierto, el sobrepastoreo termina por matar los pastizales, sin embargo, el sobredescanso de la tierra genera en el mediano plazo el mismo efecto. Para ello, Pablo Borrelli puso como ejemplo las extensas tierras de la Patagonia chilena y argentina que hace 100 mil años tenía entre 15 y 25 millones de guanacos y otras especies, hoy extintas. Desde la llegada de los europeos, la ganadería nunca superó los 17 millones de ovinos y actualmente mantiene sólo 7 millones, pero la situación de los pastizales es de degradación generalizada. Sacar los animales, es lo peor que se puede hacer para combatir el cambio climático: parece una buena solución al inicio, pero luego, es todo lo contrario. El sobrepastoreo y el sobredescanso matan las plantas”.

El manejo holístico fue creado por Allan Savory y se resume en un proceso de planificación que rompe con el enfoque de “objetivos y metas” que descuida el “todo” al analizar un problema particular. Este es el problema del pensamiento lineal.

RESULTADOS EN CHILE Y ARGENTINA

El método se ha experimentado ampliamente en la Patagonia chilena como argentina con muy buenos resultados en la regeneración de pastizales, con aumentos de 100% en la receptividad (capacidad de carga de animales por campo) sin utilización de insumos, en especial fertilizantes.

“Desde los inicios de la aplicación de esta práctica, hubo problemas en la producción individual en un tercio. En algunos casos, la caída fue trascedente. Las causas de estas pérdidas fueron identificadas y las planificaciones realizadas desde entonces no han tenido problemas de producción individual”, aseveró Borrelli.

Según un trabajo realizado por la Universidad de Duke en la estepa Magallánica, el manejo holístico mezclado con mejora genética, permitió duplicar en cinco el resultado operativo de los predios. “El manejo holístico, al ser una herramienta de regeneración de tierra, es una oportunidad para posicionar mejor a la ganadería, como una solución al cambio climático y no como parte del problema”.