En promedio, cada ballena azul captura 33 toneladas de carbono a lo largo de su vida. Este denominado “servicio ecosistémico marino” reduce la presencia en la atmósfera de uno de los principales gases causantes del cambio climático. Sin embargo, estas especies viven en constante amenaza por la actividad humana, en particular, el tráfico marítimo.
Para avanzar en soluciones concretas para la conservación de los océanos y su especie emblemática, el Ministerio de Medio Ambiente, junto a Fundación MERI, inauguró ayer la primera boya inteligente del proyecto The Blue BOAT Initiative, la cual fue ubicada en el golfo Corcovado, en Chiloé.
El objetivo es instalar y conectar en Sudamérica un sistema de alerta temprana de presencia de ballenas con «boyas inteligentes» capaces de alertar en tiempo real a las embarcaciones de la presencia de estos cetáceos. Con esto se busca evitar posibles colisiones y otros impactos negativos del tráfico marítimo, realizar estudios oceanográficos para evaluar la salud de los océanos y valorizar los servicios ecosistémicos marinos asociados a las ballenas en el contexto del cambio climático.
«Las ballenas son verdaderas ingenieras de ecosistemas, especies clave para el bienestar de los océanos y en el combate al cambio climático. Por esa razón la instalación de esta boya es una muy buena noticia que nos permitirá protegerlas de mejor manera. Este sistema de alerta temprana nos ayudará a evitar colisiones entre las embarcaciones que circular por este lugar y estos cetáceos», comentó la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas.
La secretaria de Estado agregó que «debemos considerar que se estima que en esta zona están presentes al menos el 10% de las ballenas azules de todo el mundo. Nuestro compromiso con la biodiversidad y con el planeta es darle la mayor protección que podamos».
Su par de Ciencia, Silvia Díaz, sostuvo que la ciencia y la tecnología son herramientas claves “para conseguir soluciones eficientes e innovadoras a las grandes tareas que nos impone nuestra época, siendo una de estas grandes tareas la de avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo, en el marco de una transición socioecológica justa”
En tanto, Francisca Cortés, Presidenta Ejecutiva de Fundación MERI y Filantropía Cortés Solari, entre otras cosas rescató del proyecto “la colaboración entre el sector público, privado y sociedad civil. No existe ninguna posibilidad de que avancemos hacia soluciones sostenibles sin la concurrencia de todas las partes. Por lo mismo, agradezco a las autoridades presentes y anteriores, así como a la comunidad científica y sociedad civil que ha sido parte esencial de este proyecto.
Fuente: Emol