El líder mapuche Facundo Jones Huala fue detenido en El Bolsón, provincia de Río Negro, esta mañana. Hace casi un año, en febrero de 2022, el gobierno chileno lo había declarado prófugo de la Justicia y desde ese entonces era buscado por las autoridades.
Condenado por los delitos de incendio y portación ilegal de arma de fuego, Jones Huala fue encontrado en una vivienda, según confirmaron desde el gobierno de Río Negro esta mañana. El operativo para dar con el conductor de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) se dio a las 4 de la madrugada en una vivienda del barrio La Esperanza. El joven estaba escondido en un quincho.
La aprehensión de Jones Huala en este allanamiento con resultado positivo se da tras meses de arduas investigaciones, según informaron desde la Policía de Río Negro, fuerza que encabezó el procedimiento.
Las especulaciones en cuanto al paradero del líder mapuche fueron muchas en todo este tiempo, con sospechas de que podía encontrarse en la Patagonia argentina luego de no ser encontrado cuando la Corte Suprema de Chile decidió rechazar su excarcelación y que volviera a la cárcel de Temuco para completar los seis años de prisión que pesan sobre él.
Tras ser declarado en fuga, la Policía en conjunto con el Ministerio de Seguridad provincial habían encarado distintos operativos para buscarlo, con unidades especiales y personal de la Brigada de Investigaciones. “En la jornada de hoy, dichos esfuerzos rindieron sus frutos”, aseveraron desde el gobierno rionegrino en un comunicado oficial. Ahora coordinan con la Justicia Federal para ver cómo serán los próximos pasos, con el líder mapuche ya detenido.
A fines del año pasado, las autoridades vinculadas a la Justicia chilena decían que a Jones Huala se lo había “tragado la tierra” y reconocían que no había indicios concretos de su paradero, aunque existía una fuerte versión de que estaba en la Argentina. “Lo más probable es que no se encuentre en el país hace meses y que haya cruzado la frontera en un paso no habilitado”, le decían a LA NACION desde Chile, mientras intensificaban los controles en la Cordillera.
Fuente: La Nación