Un reciente informe de Gendarmería dio a conocer que para el período 2024 se proyecta una población penal sobre las 50 mil personas, un número que está por sobre la capacidad carcelaria que tiene nuestro país actualmente, que ya supera el 110,6% de ocupación y se estima que vaya aumentando en el contexto de la alta criminalidad y delitos de gran connotación social.
Ante esta realidad han surgido diversas voces que proponen la necesidad de abrir más cárceles, sin embargo, la diputada independiente, Camila Musante, recalcó que esto debe ir acompañado de otras medidas, por ejemplo, de políticas públicas que vengan a fortalecer la reinserción social de la población penal, ya que más de la mitad de los condenados que salen libres vuelve a reincidir en nuevos delitos.
“En Chile hay déficit de cárceles y eso produce hacinamiento, condiciones que impiden rehabilitación y reinserción. Lamentablemente estamos en una oleada de delitos violentos y crimen organizado, que urge reestructurar el régimen penitenciario y construir más recintos carcelarios, junto con establecer políticas de tolerancia cero, pero no sacamos nada con seguir llenando las cárceles, sino avanzamos en una verdadera política de Estado que se haga cargo de la situación de los reos cuando dejan los recintos penitenciarios”, sostuvo.
En la misma línea, la parlamentaria planteó que es urgente una reestructuración carcelaria y reforzar los programas con centros educacionales para adultos, universidades, CFT y diversos organismos que son de gran importancia para los procesos de reinserción.
“Uno de los factores que impide la reinserción en Chile es la falta de oportunidades y los escasos programas que existen para la rehabilitación social. Hay que considerar que muchos reos no tienen la educación básica ni media completa, por lo que establecer convenios con instituciones públicas y/o privadas para propiciar la educación, o que se les enseñe algún oficio es de vital importancia”, recalcó Musante.