Durante este jueves, Rusia realizó un masivo bombardeo en diferentes ciudades de Ucrania, incluyendo la capital Kiev, y que según el Kremlin, habría conseguido destruir “reservas considerables de armas y municiones del ejército ucraniano”.
Este ataque se trata del noveno en el presente mes que sufre la capital, y se efectuó cuando el enviado especial de China, Li Hui, quien se encuentra en la zona negociando acuerdos por la paz, todavía permanecía en dicha ciudad, consignó Agencia EFE.
Según información de la misma agencia, Moscú lanzó 30 misiles de crucero terrestres, aéreos y marítimos, entre los que se cuentan los Kh-101 y Kh-555, Kalibr e Iskander-K; que con su impacto, evitaron “el envío de reservas a las zonas de combate”. No obstante, en esta oportunidad no se lanzaron misiles balísticos.
Por su parte, desde la Fuerza Aérea ucraniana se informó que derribaron “29 de ellos, además de dos drones iraníes y dos vehículos no tripulados de reconocimiento”.
El ataque habría provocado una víctima fatal en la ciudad de Odesa, mientras que otras dos personas resultaron heridas, después de que los restos de dos misiles que fueron interceptados cayeran sobre empresas industriales.
Asimismo, toda esta situación sucedió paralelo al reporte de una retirada de las fuerzas rusas en Bajmut, donde las defensas ucranianas han ido ganando terreno en el norte y oeste de la ciudad.
