Pese a que la venta de viviendas nuevas continúa a la baja en términos trimestrales respecto al 2022 -año en el que el sector inmobiliario recibió varias estocadas, como el deterioro de la economía, restricciones crediticias, inflación y una menor reposición de stocks por el freno en el ingreso de proyectos nuevos-, en los meses de febrero y marzo se observó un leve repunte, según los datos del último InfoInmobiliario de TOCTOC.
El reporte dio cuenta de señales de mejora en la comercialización de este segmento al cierre del tercer mes del año, luego de que las ventas de propiedades nuevas crecieran 19,6% al comparar con febrero, con un alza de 20,1% en departamentos y de 18% en casas, completando un total de 1.824 viviendas promesadas. Con todo, comparativamente en términos trimestrales las ventas representan un retroceso de 4,8% versus el periodo de enero-marzo de 2022.
«Si bien en términos generales las ventas han estado alicaídas, el cierre del primer trimestre fue más alentador respecto al nivel que se esperaba en la industria. A esto, se suman ciertos factores que hemos estado observando a nivel económico», dijo Daniel Serey, chief research officer de TOCTOC.
Consultado por las proyecciones para el sector inmobiliario, Serey dice que el 2023 «será un año de menos a más. En efecto, estimamos que a partir de la segunda mitad de 2023 comenzaremos a observar crecimientos anuales en el mercado, que terminaría con 15% sobre lo observado en 2022».
¿Las razones? El ejecutivo de TOCTOC destaca factores como «las mejores proyecciones en las condiciones de acceso al crédito hipotecario, mejores tasas, y menores costos en seguros por impulsos como la medida del FOGAES -el Fondo de Garantías Especiales, un programa de apoyo a la primera vivienda otorgado por el Gobierno-. A esto se suma la generalización de medidas como el pago en pie en cuotas incluso en entrega inmediata y menores precios en la oferta en entrega inmediata, que debiesen impulsar la venta».
Sergio Novoa, gerente de consultoría inmobiliaria en BMI servicios inmobiliarios, por su parte, prevé que «a medida que la inflación disminuya, esta presionará a las entidades financieras a rebajar sus condiciones crediticias, tanto en tasas como en los mismos requisitos de renta, por lo que podemos esperar que, en este segundo semestre el repunte en las ventas se vea más acentuado y se frenen los desistimientos».
«A esto hay que sumarle políticas como la del FOGAES que incentiva la compra de viviendas. No hay que olvidar el déficit habitacional, que no ha parado de aumentar y ya hay estimaciones que la sitúan en torno a las 800.000 viviendas», acotó Novoa.
De acuerdo al reporte de TOCTOC, la oferta acumulada continúa en niveles históricos, con un incremento anual de 3,4%, alcanzando las 76.975 unidades disponibles -67.971 departamentos y 9.005 casas- para comprar al cierre del primer trimestre del año.
Finalmente, el análisis da cuenta que los desistimientos de departamentos presentan, luego de dos meses consecutivos de caídas, un leve aumento, alcanzando 22% de la venta bruta del mes. En casas, el porcentaje de desistimientos se ubica en el mismo nivel, para un total de 93 unidades.
