Una serie de incidentes se han registrado en el centro de Santiago en el marco de las conmemoraciones por los 50 años del 11 de septiembre. A eso de las 10:00 horas de este domingo comenzó la romería hacia el Cementerio General, la marcha que inició de manera pacífica fue interrumpida por un grupos de encapuchados que lanzaron objetos, hicieron rayados y dañaron infraestructura privada y pública, incluyendo el Palacio de La Moneda.
Ante estos hechos, las directivas de los partidos de Chile Vamos (Renovación Nacional, UDI y Evópoli) condenaron los actos de violencia a través de un comunicado firmado por los presidentes Francisco Chahuán (RN), Javier Macaya (UDI) y Gloria Hutt (EVO), además de los secretarios generales de cada colectivo: María José Hoffman (UDI), Diego Schalper (RN) y Juan Carlos González (EVO).
Lamentaron la «grave vandalización de la tumba del Honorable Senador Jaime Guzmán Errázuriz y del Mausoleo de Carabineros de Chile, como asimismo, el daño a dependencias del Palacio de La Moneda».
Asimismo, recordaron que en la declaración suscrita el pasado 4 de septiembre «hicimos ver la necesidad de moderar el clima de polarización que se venía promoviendo, y la importancia de procurar que la conmemoración de los 50 años fuera una jornada de reflexión pacífica en torno a los hechos de 1973 y a la situación actual que nos hace tener preocupación por nuestra democracia».
«Hicimos también un llamado a rechazar toda forma de violencia política, viniera de donde viniera. Lamentablemente, la crítica a ese llamado, en vez de rescatar los aportes orientados a recuperar la convivencia, ha puesto los acentos sobre los aspectos que nos dividen como sociedad», continúa la declaración de los representantes de Chile Vamos.
Asimismo, «ha quedado de manifiesto cómo la agenda ideológica predomina por sobre el interés en la seguridad de las personas, existiendo abiertas contradicciones entre, por un lado, una suspensión de clases y una alerta de no concurrencia al centro de Santiago, y por otro, la autorización de una marcha hacia el Cementerio General por el perímetro mismo de La Moneda, en la que era del todo previsible su aprovechamiento por grupos violentistas, la que además de la negligente autorización por parte de la Delegación Presidencial Metropolitana, ha contado con la participación del propio Presidente de la República», señala el documento.
En esa línea, aseguraron que «estos hechos confirman las aprensiones que tuvimos respecto de las iniciativas que el Gobierno propuso para estas fechas, fundadas en las escasas muestras de ánimo de reencuentro y el poco interés por privilegiar el orden público”.
Finalmente, «expresamos nuestra solidaridad con todas aquellas familias en que el reposo de sus deudos en el Cementerio General haya sufrido los efectos de la delincuencia y el fundamentalismo», concluye el documento.