Pasaron ocho años, aproximadamente, desde que Puerto Montt había regresado de Segunda a Primera B. Alegría pura que en la actualidad, no es más que un lindo recuerdo que se va a los libros de historia, justo antes de las nuevas páginas, ahora dedicadas a un capítulo adicional: el milagro de salvarse del descenso en los últimos minutos, tras gol de Fernando Cornejo en los descuentos, pero, con el mazazo proveniente de Santiago con otra anotación agónica de Recoleta. De la alegría, a las lágrimas.
Pero, hay que analizar bien este sufrimiento. Toda la temporada el elenco puertomontino estuvo peleando en la zona baja, con cambio de entrenador incluido y resultados increíbles, a favor y en contra, los que finalmente se tradujeron en este pésimo final, que casi tuvo un milagro, que duró muy poco.
En lo netamente futbolístico, Puerto Montt poco pudo hacer ante el juego ordenado de San Felipe y nunca pudo llegar con peligro al arco local, cuya oncena hizo un partido sencillo y sin grandes aspavientos.
Paralelamente, Recoleta y Santiago Morning también empataron en Buin, resutado que era insuficiente para los Delfines, ya que la diferencia de goles con el elenco capitalino fue un escollo insalvable.
La más clara llegada de los sureños fue recién al minuto 82, con un cabezazo de Gonzalo Villegas que pasó cerca del arco sanfelipeño.
Los últimos minutos fueron de infarto, pues Puerto Montt a puro pondonor empezó a presionar a los locales y Fernando Cornejo anotó el gol de los Albiverdes, desatando la alegría contenida que no alcanzó: el triunfo de Recoleta arrebató el sueño de la permanencia.
Pitazo final y las lágrimas brotaron desde los rostros tristes de los jugadores visitantes, que no pudieron conseguir el milagro, a pesar de ganar. El 2024 será en la tercera categoría del fútbol chileno.