Dormir por las noches con el miedo constante a que no pase algo, o bien, esperar no recibir esa llamada telefónica avisando un problema, es un asunto por el cual pasan muchos dueños de quioscos, ubicados en el centro de Osorno.
En poco menos de dos semanas, tres delitos similares han ocurrido en el centro de la ciudad. El primero, el 16 de noviembre en la esquina de Ramírez con Cochrane, donde desconocidos sustrajeron 8 millones de pesos en especies.
Radio Sago conversó con una de las atendedoras del quiosco de dicha intersección, Yorgelis Jaure Gómez. Ella nos cuenta que el golpe financiero y mental fue grande y que vive trabajando en la desconfianza.
Otros dos delitos también ocurrieron en tres días. Uno de ellos, el pasado lunes en un puesto al frente de la galería Rombocol, también por calle Ramírez. Y durante la madrugada de este jueves, en un quiosco en calle Bilbao con Arturo Prat. Afortunadamente, Carabineros pudo detener a los implicados y evitar la concreción del robo, detalló el mayor Diego Gajardo.
Para los especialistas, los cuadros de ansiedad son esperables para alguien que haya sufrido un episodio delictivo, ya que se activan permanentemente los mecanismos de alerta, lo que puede provocar síntomas como sudoración, o la sensación de que se aprieta el corazón, sostuvo el doctor Néstor Abarzúa, referente de Salud Mental del Cesfam de Entre Lagos.
En lo concreto, Carabineros se encuentra con equipos desplegados en el centro y Barrio Lynch, debido a esta seguidilla de robos en el comercio, con énfasis en el patrullaje nocturno.