Opinión: La agricultura y el proceso constitucional

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En su columna quincenal, el presidente del Directorio de SAGO deja en claro que más allá del resultado del plebiscito, la agricultura seguirá enfrentando problemas y desafíos para alimentar a la población.

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Por Sergio Willer Daniel
Presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno

 

Ya hemos dicho en este espacio que en la Agricultura hay tres valores absolutos: la tierra, el trabajo y el agua. Para producir alimentos se necesitan la tierra, el agricultor que la cultiva y el agua que la riega.

En lo que toca a esos recursos, el texto constitucional que hoy se somete a votación resguarda adecuadamente aquello que vincula a los agricultores con la tierra y el agua: el derecho de propiedad. Ese derecho que aporta las certezas necesarias para que los agricultores cada vez en menor número y con cada vez menos tierra y menos agua puedan hacer las inversiones necesarias para satisfacer la demanda por alimentos de un número cada vez mayor de personas.

Pero el devenir político también nos está recordando que el derecho de propiedad no sólo aporta certezas para invertir, sino que también es la base de todas las libertades. En la medida que la constitución refuerce este derecho fundamental, todas las personas no sólo se sentirán más dueñas de aquello que poseen, sino que también más dueñas de su destino.

La necesidad de alimentos y la forma de producirlos seguirán siendo las mismas antes y después del plebiscito de hoy. Y después de haber visto el éxito de la última SAGO FISUR, podemos decir que en la región de Los Lagos, y en el sur de nuestro país, el espíritu de unidad que hace de esta región el corazón agrícola de Chile también sigue siendo el mismo.

En los últimos años se ha hablado mucho de la polarización que sufre nuestro país, pero en Osorno, después de haber visto a los miles de personas que acudieron a la que es la feria ganadera más importante de Chile, podemos afirmar con orgullo que frente a esta polarización, nuestra región responde con unidad. La unidad del campo con la ciudad en torno a la Agricultura, la ganadería y todas aquellas tradiciones que son el lazo que une a los hombres con la tierra. Esa tierra que siempre reclama lo que le pertenece.

Cualquiera sea el resultado del plebiscito de hoy, las personas seguirán experimentando las mismas necesidades y la primera de ellas es la alimentación. Para satisfacer esa necesidad ahí estaremos los hombres y mujeres del campo que no vemos en la Agricultura sólo una actividad económica sino también una forma de vida.