Imagen: Guido Piotrkowski
El sector exportó más en 2023 que en 2019 y 2022, a pesar del mito de las trabas.
Las cifras muestran que no es necesario quitar controles para que las ventas externas funcionen. En 2024 esperan un desplome.
El mito de que la liberación de controles a las exportaciones y la suelta de precios del mercado interno son clave para que sectores económicos aumenten su perfil productivo y de venta externa, quedó expuesto ante las cifras del sector cárnico. La Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) reflejó que en 2023, las exportaciones de carne vacuna cerrarán el año con valores superiores a los de 2022 y también por encima de los de 2019, el año previo a la pandemia de coronavirus. En paralelo, otro informe de la Bolsa de Rosario aseguró que 2024 será un año mucho peor para la industria, con un desplome en consumo, producción y exportaciones.
“A pesar de los controles y restricciones, todo parece indicar que el año cerraría con exportaciones en niveles más altos que el 2022 y que superará incluso al registro del 2019”, afirmó el presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), Sebastián Bendayán Breser. Asimismo, aclaró que “si bien hay volúmenes récord, con un promedio de 50.000 toneladas por mes salvo en mayo, junio y agosto que rondó las 65.000 toneladas, los valores bajaron significativamente a razón de un promedio de U$S 4.500 por tonelada”.
Breser consideró que «analizando el cierre de año podemos decir que hasta aquí se han faenado poco más de 13.423.475 cabezas, correspondiendo a 1.234.134 para noviembre 2023, donde las hembras alcanzaron el 48% de participación”. Y agregó que “el kilaje medio por res faenada es de 226 kilos, bastante por debajo de lo que se venía observando meses atrás donde superaba los 230”. Naturalmente, para los ganaderos una de las excusas es que los números responden a que «la gran sequía imperante obligó a muchos productores a adelantar la salida de los campos debido a las contingencias climáticas”.
Asimismo, puntualizó que “los precios en góndola de los distintos cortes de carne vacuna han registrado un incremento del 11,6% en noviembre 2023 con respecto al mes anterior”, y añadió que “la variación interanual se ubica en un 189,2%”.
“Por tanto, el consumo de carne vacuna tiende a caer. Los índices son los más bajos de las últimas décadas, a razón de 48 kilos promedio por persona por año y en baja, lo que preocupa mucho a la industria consumera”, advirtió el titular de Fifra.
Al respecto, destacó que “la recomposición de los precios del kilo vivo no fue convalidada por los consumidores y se están observando en los mercados de referencias una considerable baja en las cotizaciones de la hacienda que seguramente impactará en góndola”.
Qué se espera para el 2024
En la otra esquina, y a pesar de que el Presidente Javier Milei anunció la liberación total de los controles a las exportaciones y los precios libres para que se manejan en el mercado minorista de la carne, el 2024 no arroja perspectivas mejores que las del 2023.
Un trabajo de la Bolsa de Rosario reflejó que el consumo interno de carne tendría el año próximo una baja interanual de hasta los 2,2 millones de toneladas de res con hueso, número que grafica una caída de 200 mil toneladas contra el año 2023. También, destaca el trabajo, habrá un desplome en las exportaciones y en los niveles de producción.
Puesto en números, el trabajo mostró que, en materia de producción, se espera un volumen de 3.024.000 de toneladas r/c/hfrente a las 3.285.000 de 2023. Mientras que en exportaciones, se proyectó un descenso de hasta las 824.000 toneladas respecto a las 877.000 toneladas del año previo. Con estas cifras, la Bolsa aseguró que estaremos en 2024 ante un promedio anual de 8 por ciento en la producción y del 6,1 por ciento en los despachos al exterior.
El trabajo de la Bolsa de Rosario agregó que «el año 2023 va a quedar en la historia de Argentina por haber sido testigo de una de las peores sequías experimentadas por el país: la producción de granos se redujo en cerca de un 40% interanual». Esto derivó en «serias dificultades para la economía argentina, dado que las cadenas agroindustriales aportan 1 de cada 4 pesos recaudados por el Estado Nacional, emplean a 1 de cada 5 trabajadores del sector privado, dan cuenta de 2 de cada 3 dólares que ingresan al país por exportaciones y representan el 20% del PIB argentino».
FUENTE: www.pagina12.com.ar