La tercera Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric venía antecedido por una semana donde hubo dos conceptos instalados por el oficialismo: la «estabilización» en el país, y el «obstruccionismo» de la oposición. Y hasta aunque pocos minutos antes del inicio del discurso se seguían debatiendo estas ideas, hubo dos anuncios que abrieron otra «batalla» con la oposición.
Casi al término de su discurso, el Presidente Boric adelantó que pondrá urgencia a la ley de eutanasia, y enviará un proyecto de ley de aborto legal. «Siempre con el compromiso que anima a nuestro gobierno: avanzar y no retroceder. Las mujeres de Chile se lo merecen», dijo el Mandatario.
Las señales de la oposición, en rechazo al anuncio, no se hicieron esperar. Varios parlamentarios -de Republicanos y RN- abandonaron el Salón de Honor, hecho que el propio Presidente Boric hizo notar: dijo que no le pareció extraño que fueran hombres quienes tuvieran dicha actitud.
Afuera, en el sector de carpas, los parlamentarios que abandonaron la sala advertían que se van a oponer «hasta las últimas consecuencias» ante este proyecto, que es «inconcebible», y acusaron incluso de «asesinatos masivos y genocidio a niños que están por nacer».
En la DC también hubo molestia. El diputado Alberto Undurraga incluso dejó entrever que el anuncio por aborto los distancia del Gobierno. «Toda discusión es bienvenida en democracia. Pero plantear ahora ley de aborto cuando no tiene mayoría para ello y cuando necesita acuerdos para avanzar en seguridad, pensiones, salud y crecimiento es atentar contra otros acuerdos. Y de paso, alejarnos a nosotros», indicó.
Así las cosas, la tercera Cuenta Pública de Boric termina por dejar tensionadas las relaciones con el centro y la derecha, de cara a la última mitad de su administración, con compromisos -nuevos y por cumplir- que requieren respaldo parlamentario, entre ellos, reformas clave.
Pero el ruido de esta «batalla valórica» podría incluso salpicar a las elecciones presidenciales del próximo año; donde ya se perfilan los nombres de Evelyn Matthei (UDI) y José Antonio Kast (Republicanos); ambos representantes del mundo conservador.
El «embudo» de la agenda legislativa y la «derrota de ideas»
Expertos calibran los efectos de los anuncios que abrieron el polémico «debate valórico» y cómo queda la relación con la oposición, con quienes no hubo mayores gestos por parte del Presidente: es más, terminaron acusando de un intento de levantar más «polarización».
Para Kenneth Bunker, académico de la Facultad de Economía y Gobierno USS, los anuncios de Boric en esta materia «son un guiño a su propio sector (…) yo creo que tenía que hacer algunos anuncios que eran más ideológicamente consistentes».
No obstante, pone en duda la factibilidad legislativa: «probablemente no, porque depende de la oposición. La oposición no sé cuánto va a querer avanzar en esos temas; pero (Boric) está dispuesto a sacrificar a la DC, que es un partido más bien pequeño en este sistema político, y mantener a su coalición, al menos, unida en lo valórico».
Para Tomás Duval, analista político de la Universidad Autónoma, el Presidente Gabriel Boric intentó, con esta Cuenta Pública, encuadrar una agenda política desde una «óptica de principios».
No obstante, detectó que esta perspectiva tuvo «pequeños espacios para llamados a la unidad y casi ningún gesto a la oposición, olvidando, de paso, que es un gobierno de minoría». En esa línea, Duval prevé que este escenario «será complicado para avanzar en su agenda legislativa, e indudablemente, el tema del aborto es algo que la oposición, en su gran mayoría, rechaza. Incluso, esto puede afectar a la DC, la que forma alianza electoral con los partidos del oficialismo».
«Con todo la agenda legislativa es cada vez más restringida para un Gobierno que entrará de lleno en un ciclo electoral municipal parlamentario y presidencial; lentamente, esa agenda se va configurando como una suerte de embudo», cerró.
Por su parte, Miguel Ángel Fernández, analista político de la UDD, plantea que abrir espacio para temas como aborto y eutanasia son reflejo de «la profunda derrota de ideas que ha sufrido el gobierno durante sus más de dos años de mandato. Lo que hizo al incorporar temas valóricos fue eclipsar cualquier mensaje de política pública».
«Anunciar proyectos que no cuentan con los votos necesarios en el Congreso, lo único que hace es polarizar la discusión política y disminuir la probabilidad de que los pocos elementos que quedan vivos de su agenda original lleguen a buen puerto. Sus partidarios intentarán realzar temas locales -pensando en las municipales- pero la opinión pública centrará su atención en el anuncio de aborto principalmente, dejando nulo cualquier anuncio en otras materias», acotó Fernández.
Lo anterior, dijo, sin contar que los anuncios disminuyen la posibilidad de acuerdos y cambian el foco: desde las políticas públicas a los temas valóricos. «Tanto la oposición como la DC verán esto como una mala estrategia del Presidente y un simbolismo de la derrota de ideas que ha sufrido este Gobierno».
