La fuerza de Chiloé para defenderse de los perros asilvestrados puede ser positiva para el resto del país, en un segundo intento de mejorar la legislación para normar sobre este tema que ocasiona daño económico a los productores, pero también afecta a la fauna silvestre.
El mensaje al interior de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputadas y Diputados quedó y el tema lo presentaron en toda su magnitud dos organizaciones de la Isla Grande. Por ejemplo, el presidente de Chiloé Silvestre, el médico veterinario, Javier Cabello pidió que se regule y se haga más dura la legislación, con cambios en la ley de caza y en la tenencia responsable. Además, estima que ahora se les escucha más y el conocimiento del tema es transversal.
Esta organización hace poco firmó un convenio con el SAG, cuyo servicio les entrega financiamiento para trabajar en el rescate de la fauna afectada, pero no es suficiente, indico Cabello.
El modo de vida ancestral de 150 artesanas de Chiloé es afectado por la acción de los perros, ya que en el mes de mayo la Fundación Isla Grande de Chiloé, contabilizó cinco ataques por semana al ganado bovino, informó la abogada, Romina Zúñiga.
La cantidad de perros en las zonas rurales subió un 45% entre el 2016 y el 2024, según estadísticas de la Fundación Isla Grande de Chiloé, porque cada parcelero nuevo trae más perros y son de otra cultura, ya que dejan los perros libres y estos buscan alimento en los bosques si los dejan solos sin suministro alguno para su subsistencia.
Por eso esta organización exige cambios legales que endurezcan la ley de tenencia responsable, para ponerle freno a este problema, ya que la actual legislación esta echa para los perros de las ciudades y no se pensó en el sector rural.
