Pese a la buena producción aun no se logra la industrialización y se importa mas que se exporta.
El Consorcio de la papa ha realizado, según su Gerente General Luis Míquel, un gran trabajo con la certificación de diversas variedades de semilla, en una experiencia que comenzó con el INIA y la Universidad de Los Lagos y que hoy continua con la Universidad Austral de Chile.
Ahora con 76 socios se preocupan de proteger las zonas cuarentenarias, ayudar a formalizar el mercado y apoyar planes de desarrollo, trabajando hoy con la Universidad Austral de Chile, con variedades novedosas. Los manejos correctos del cultivo han pasado de 30 a 55 toneladas por hectárea en secano y a las 100 toneladas con riego.
Respecto a las exportaciones que informa ODEPA, son cifras pequeñísimas, comparadas con el nivel de producción, asevera Luis Míquel. El problema está en las importaciones de papas congeladas, porque no hemos sido capaces de industrializar.
Cerca de 7.000 hectáreas más podrían ser plantadas en Chile, pero éstas son importadas de Europa, señala Míquel y no es que no exista interés por industrializar, sino que las políticas económicas y la condición de la banca hacen que el riesgo sea un impedimento.
La banca financia de manera mucho más fácil en otro rubro, pero no existe la convicción, ni la fe en el sector. Por eso este tema de la industrialización se ha mantenido durante tanto tiempo sin cambios evidentes.