Fue el abogado Juan Molina en representación de la comunidad de Pichil, ubicada en Osorno, el que ingresó este recurso de invalidación para revertir el polémico proyecto de una planta de biogás en esa localidad.
El reclamo de los vecinos fue fundamental para poner la cuota de atención desde algunas autoridades para analizar las implicancias de esta iniciativa, que contemplaba la instalación de una planta con desechos orgánicos y el incesante tráfico vial de camiones de alto tonelaje en caminos rurales que se verán muy dañados, además del mal olor y eventuales derrames de material, argumentó el abogado Molina.
Este proyecto, según han manifestado los vecinos de Pichil hace más de un año, fue aprobado a espaldas de la ciudadanía, a través de una declaración de impacto ambiental, cuando lo correcto era realizar un estudio de impacto, con participación de la gente y la respectiva consulta indígena, dijo Juan Molina.
De momento, este recurso de invalidación mantendrá en espera el avance del proyecto de la planta de biogás, cuyo principal miedo en sus residentes, que son cerca de 300 familias aproximadamente, es que esta zona se transforme en un nuevo lugar de sacrificio, tal como lo es el sector de Curaco con el vertedero.
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