La crisis financiera de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) continúa afectando su estabilidad, a pesar de los esfuerzos del directorio por ocultar la delicada situación económica que atraviesa el organismo. La última señal de alarma fue la renuncia del tesorero Arturo Guzmán, quien dejó su cargo en medio de un complejo panorama financiero. En una entrevista con El Mercurio, Guzmán explicó que su salida se debió a la imposibilidad de implementar su visión de trabajo, que incluía un plan estratégico a largo plazo para mejorar la gestión de la ANFP. «No fui capaz de transmitir o implementar mi visión de trabajo», reconoció.
El ingeniero comercial también criticó abiertamente la estructura de gobernanza de la ANFP, señalando que el directorio carece de un funcionamiento adecuado. «Es un directorio, con una persona bien remunerada, Pablo Milad, y seis personas no remuneradas. Y a diferencia de los clubes, donde la mayoría de los directores tienen su patrimonio comprometido, aquí no, entonces el trabajo queda a expensas del tiempo y la voluntad de cada uno», afirmó Guzmán, quien consideró que este modelo de gestión impide una colaboración efectiva entre los miembros. En este sentido, subrayó que ni siquiera una figura de renombre como Elon Musk podría lograr que el directorio trabajara unido bajo estas condiciones.
La situación financiera de la ANFP se complica aún más al enfrentar un déficit de caja que este año alcanza los cinco mil millones de pesos, lo que pone en jaque la sostenibilidad de la institución. A pesar de los intentos de ocultar estos números, las dificultades económicas son evidentes, y la crisis se agudiza con la presión sobre las decisiones más estratégicas, como el futuro del técnico de la selección chilena, Ricardo Gareca. Guzmán explicó que, actualmente, es «financieramente inviable» despedir al entrenador debido a los altos costos asociados con su contrato hasta fines de 2025, lo que limita las opciones de la ANFP ante cualquier cambio en la dirección técnica.
El ex gerente del Comité Olímpico de Chile (Coch) y ADO Chile también destacó que, aunque se desee tomar decisiones drásticas, los números no permiten una gestión eficiente de los recursos disponibles. En este contexto, la renuncia de Guzmán se presenta como una muestra más de la profunda crisis estructural y financiera que afecta a la ANFP, cuya capacidad de reacción ante la adversidad parece cada vez más limitada.
