Fue una jornada de esas que uno no se acordará por el buen fútbol. De hecho, no lo hubo. Sino, porque Chile ganó a un complicado Venezuela por cuatro goles a dos, e incluso, estando abajo en el marcador.
Chile comenzó los primeros minutos en el césped del Nacional con algo de superioridad futbolística, sin embargo, una jugada individual del llanero Yeferson Soteldo, quien se sacó a tres jugadores nacionales, dio el pase a Savarino, quien definió con categoría ante la impávida mirada del arquero Brayan Cortés.
Balde de agua fría que golpeó feo a la Roja. Sin embargo, la inclusión de un caudillo como Arturo Vidal, contagia en la recuperación del elenco chileno.
A los 20′ jugada de Lucas Cepeda, quien entrega a Eduardo Vargas para que anote el empate a uno parcial. Pero, dos minutos más tarde, un error infantil de Paulo Díaz en el despeje, le entregó el balón a Ramírez para que de sobrepique, pusiera el 1 a 2 parcial a favor de Venezuela.
El gol molestó en la Roja, que comenzó a machacar la portería del arquero visitante. A los 29′, Tomás Rincón con un autogol, tras disparo de Gabriel Suazo, dejó el guarismo empatado a dos.
Y el resto, el show de Lucas Cepeda. Tras comenzar por el sector izquierdo, Gareca lo mandó a la derecha y a los 38′ con un zurdazo cruzado, dio vuelta el marcador a favor de la Roja.
En la segunda mitad, Cepeda nuevamente con la especialidad de la casa, un zurdazo, puso el 4 a 2 a los 47′.
El resto del partido fue dominado por Chile, con un Cepeda encendido y con números altos como Vicente Pizarro, Vidal y un luchador Eduardo Vargas.
Posteriormente, entró el que todos pedían: Luciano Cabral, quien mostró chispazos de talento, incluso con un gol anulado a instancias del VAR.
Triunfazo de la Roja, que podría salir del último lugar en la tabla de posiciones, si Perú cae ante Argentina.
