Además, por dignidad, por razones humanitarias y porque Chile no cuenta con fuerza de trabajo.
Las complicaciones que se han producido especialmente en Santiago, ante la avalancha de inmigrantes que desean regularizar su situación en el país, estimula la discusión de este tema que es mundial ante el movimiento de 200 millones de personas que buscan mejores expectativas de vida.
Chile no está ajeno al problema y según Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, somos el segundo país con una mayor cifra de inmigración irregular la que llega a un 9%, lo cual no le hace bien a la economía del país y es indigno e inhumano para quienes viven este problema, en lo cual existe conciencia transversal.
Walker hace hincapié en que estamos en un escenario de inseguridad que debe ser regularizado, ya que no sabemos sus nombres, no hay huellas dactilares, no tienen Rut, en el fondo no sabemos quiénes son, por eso hay que regularizar con contrato de trabajo y visa de trabajo regular, ya que en Chile no se cuenta con la fuerza de trabajo suficiente.
Hay que debatir y buscar soluciones- dijo Walker – ya que por ejemplo el país en seis semanas debe exportar 125 millones de cajas de cerezas. Hay que dejar la ideología a un lado y pensar en el país y por sobre todo por un asunto humanitario.
Mientras que Felipe Larraín, director de Clapes UC estima que la inmigración sin regulación provoco un problema que debe ser solucionado por sus diversos impactos.
Larraín, se declaró pro-inmigración, pero todo dentro de cauces normales, porque las imágenes que dejaron los inmigrantes tratando de hacer un trámite, no pueden ocurrir.