La filtración de las conversaciones por WhatsApp entre la diputada Karol Cariola y la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, ambas militantes comunistas, donde habría un eventual “tráfico de influencias” en favor de empresarios chinos, generó toda una batahola mediática en pos de la transparencia y los aprovechamientos políticos.
Por un lado, como consecuencia más notoria, fue la renuncia de la parlamentaria a la presidencia de la Cámara Baja. Acto que fue interpretado como una necesaria acción, dijo el diputado UDI Daniel Lilayú.
El diputado osornino agregó que su partido iba a impulsar otra moción de censura contra Cariola, por lo que su renuncia descomprimirá el ambiente de la Cámara Baja ante la acusación de posible tráfico de influencias.
Desde otra vereda, la Democracia Cristiana, también adhirieron a decisión de la expresidenta de los diputados. Héctor Barria dijo que esta determinación le permitirá enfrentar mejor a Cariola, los “ataques de la derecha” y también, priorizar la crianza de su hijo, que está pronto a cumplir tres semanas de vida.
Ahora la duda es… ¿quién se queda con la presidencia de la Cámara? De momento, Gaspar Rivas asumirá el mando de manera transitoria, secundado por el DC Eric Aedo. Sin embargo, para el analista del Instituto Res Pública, Ricardo Hernández, la posible votación para la segunda semana de abril, que escogerá al nuevo mandamás, seguramente será un botín que corresponderá a la derecha.
El especialista agregó que estos movimientos y decisiones socavan los cimientos del oficialismo, dejando al Presidente Boric en una clara indefensión en materia parlamentaria.