Columna de Opinión: «Señor consumidor: la mejor carne le está siendo negada»

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Por: Christian Arntz Mac-Evoy. Presidente Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, SAGO A.G.

La categoría ‘V’ es tan amplia, que en ella caben carnes de subespecies como el cebú.

Hace un mes, la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Carne, Fenasicar, nos invitó como gremio a un seminario para abordar los desafíos del sector, con criterio de unidad. Desde entonces hemos trabajado junto a ellos y a la Asociación Gremial de Plantas Faenadoras, Faenacar, los puntos de encuentro para establecer un norte común que permita sacar de su endémico estancamiento a este sector productivo.

Nuestra carne se produce mayoritariamente en base a pastoreo, lo que la convierte en una de las mejores y más sanas del mundo, no obstante, los consumidores han visto limitado su acceso a ella, principalmente, por la errada Norma de Tipificación que surgió hace un cuarto de siglo, con el objetivo de poner de acuerdo a productores con industriales para la transacción de los animales, pero no necesariamente tuvo como foco orientar a las personas acerca de cuál es la mejor calidad.

La Norma de Tipificación considera aspectos como la cobertura de grasa, contusiones y edad del animal, esta última relacionada a la cronometría dentaria. Sin embargo, ninguno de estos aspectos está relacionado directamente con la calidad de la carne. Los grandes supermercados, que manejan el 77% de la oferta, han promocionado una sola categoría, la V, que como dijimos, no tiene que ver necesariamente con calidad, dejando fuera otras que a la experiencia del consumidor son similares e incluso, en algunos cortes, superiores. Por ejemplo, un filete nacional que hoy califica como U, y por lo tanto no llega a los supermercados, pero es una delicia en restaurantes especializados, sí puede llegar a la misma góndola del retail como carne importada, por la difícil fiscalización de nuestra norma.

Chile es deficitario en carne. Por supuesto que existen otros elementos que explican este fenómeno, a parte de la Norma de Tipificación, pero como Sago creemos que este punto se debe abordar cuanto antes, ya que este artilugio excluye categorías consumibles, dejando el mercado nacional con menos oferta y nulas posibilidades de competir con la carne importada.

La categoría “V” es tan amplia, que en ella caben carnes de subespecies como el cebú, que vienen mayoritariamente de Brasil y Paraguay, con características muy distintas a la proveniente de la ganadería nacional, no obstante el consumidor no se entera de ello.