DISCURSO DE CHRISTIAN ARNTZ MAC-EVOY, PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD AGRÍCOLA Y GANADERA DE OSORNO
Viernes 25 de noviembre de 2017
Señoras y señores
Cuando comenzamos hace justo un año la preparación de esta SAGOFISUR Centenario,
imaginábamos algo muy distinto para regalarle a la región y al país en esta fiesta del sector agropecuario.
SAGO es responsable del desarrollo de una feria internacional agrícola, la más antigua del país, que es un orgullo para Osorno, la región y Chile entero, y sabíamos que estábamos en condiciones de estar a la altura de ese desafío.
Lamentablemente, con una pena inmensa y más de una lágrima derramada, tenemos que asumir que este día quedará marcado no por el centenario de esta exposición, sino porque se trata de la primera oportunidad en que las autoridades impidieron la presencia de los animales que son parte del ADN de ese territorio: los ovinos y los bovinos.
No se trata de decir que las enfermedades endémicas que existen en el país deben ser tomadas ala ligera: somos los primeros protagonistas de la condición sanitaria de nuestra actividad silvoagrapecuaria y de los resguardos que deben ser adoptados, en los cuales tenemos cien años de experiencia.
Por todo esto es que además de pena, tenemos una profunda molestia porque hemos sido víctimas de una injusticia gigantesca: hoy, no está ninguna de las autoridades de Gobierno que tanto a nivel local como nacional han buscado durante meses las luces de los medios a través de la Fiebre Q…
Felicito al subsecretario de Agricultura, porque a diferencia del resto, ha sido lo suficientemente hombre como para sentarse aquí para escuchar lo que tenemos que decir, no como aquellos que sólo están disponibles para buscar prensa a toda costa, sin medir las víctimas que dejan a su paso.
A las autoridades de Osorno y la región les decimos: cuidemos entre todos esta feria internacional, patrimonio cultural y turístico de toda esta provincia y orgullo para Chile. Extrañamos el apoyo de ustedes en estas difíciles horas. Mañana, a pocos metros de aquí, se ha organizado una muestra para realzar nuestra producción quesera artesanal. Nos alegramos que la Autoridad Sanitaria haya aplicado el criterio adecuado con nuestros pares productores y no les hayan extendido este innecesario manto de dudas.
En estas duras horas, inéditas en 100 años de realización de la feria, agradecemos la defensa del senador Rabindranath Quinteros y del consejero regional Alexis Casanova. Todo esto, quedará registrado en la centenaria historia de nuestra organización, porque todos nosotros y nuestras obras pasaremos, no así SAGO y la Feria Internacional Agrícola más importante de Chile.
Ahora señor subsecretario, esperamos que pueda hacer llegar con claridad a Santiago lo que tenemos que señalarle al Gobierno. No somos ingenuos: han decidido atacarnos, han querido destruir la SAGOFISUR, sin importarles poner a nuestro motor productivo, el mismo que da trabajo a miles de personas y que es el corazón de la pequeña agricultura, bajo sospecha tanto nacional como internacional.
Sé que los medios aquí presentes tienen hasta ahora un festín de cuñas y aún quedan más. A ellos les quiero pedir que también destaquen por favor la siguiente: defendamos al agro y a su feria más antigua y no lo dejemos a merced de mezquinos intereses.
Vamos ahora a los encargados de Salud tanto de la región como del país. Desde hace meses dimos a conocer en detalle las medidas que ponemos en práctica cada año para que las familias puedan estar cerca de los animales, las que superan con creces las exigencias del SAG: cumplimos íntegramente con todos los requisitos, sin embargo, a 24 horas de la apertura de nuestra feria centenario, nos dijeron que no darían el permiso para la presencia de bovinos ni ovinos.
No desconocemos la existencia de una alerta sanitaria… lo que no entendemos, es por qué si cumplíamos con lo que se nos solicitaba, se esperó hasta última hora para dejarnos sin margen de acción, porque siempre estuvimos en condiciones de cumplir todos los requisitos. Al parecer, permitir la feria era menos interesante que asegurarse unos minutos de televisión para seguir alarmando a la gente con esta enfermedad endémica y presente en varias especies de animales, incluidos los domésticos gatos y perros.
Es por esto también que nos llama la atención de que se insista en explorar la tesis de los bovinos, en circunstancias que la endémica fiebre q está, repito, presente en perros, gatos y otro tipo de animales silvestres, todos los cuales también pueden eventualmente contagiar la bacteria a los seres humanos.
El accionar de Salud en el manejo de este posible brote ha sido absolutamente dañino para el sector agropecuario, porque ha descontextualizado los alcances y cantidad de años en que esta zoonosis se ha manifestado en Chile, en una actitud muy diferente a la que las mismas autoridades han tenido frente al virus Hanta, cuyo contagio ha crecido en un 81%, con una mortalidad que ha aumentado un 30% en relación al año anterior. Sin embargo, Salud sólo parece dedicar susesfuerzos comunicacionales a la Fiebre Q que, sabido es, representa un riesgo muchísimo menor para los humanos, como lo demuestra el hecho de que del total de casos reportados como sospechosos, sólo tres hayan sido graves y ya se encuentren totalmente recuperados.
Para el Hanta, que ha ocasionado ya una veintena de muertos, no hay comunicados, conferencias de prensa ampulosas ni notificaciones con fuegos artificiales. Para la Fiebre Q que la Seremía de Salud confirmó el día 18 de octubre y no esta semana como declaró a medios de presa, cuyos casos sospechosos están todos recuperados, hay alerta sanitaria desde La Araucanía a Los Lagos y se prohíbe la realización de muestra de rodeo y ganadera.
La historia juzgará si SAGO merecía o no celebrar el centenario de su feria sin la exposición
ganadera y si el daño de imagen que le ha generado al sector toda esta coyuntura se justificaba o simplemente se trató de un show comunicacional propio de los que se ven en época de elecciones.
Pero aunque a algunos no les guste, la feria sigue adelante. Hoy estamos aquí, en la más antigua exposición agrícola de Chile que sigue adelante a pesar de este golpe, a 100 años casi exactos de la inauguración de la Primera Exposición Agrícola y Ganadera de Osorno, organizada en el sector donde hoy se emplaza la población de Francke.
Este centenario de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno ha sido el momento en que nos hemos rencontrado con la historia de la agricultura del sur y hemos vuelto a poner en valor el tesón de quienes nos han precedido.
La historia de SAGO es una historia exitosa, no sólo porque acumula una serie de hitos que marcaron positivamente al sur en particular y el país en general, sino porque demuestra una enorme capacidad para no darse por vencida en medio de crisis y dificultades, reinventándose para salir fortalecida.
Pero ¿en qué contexto? En un contexto en el que estamos comprometidos con la libertad, el libre emprendimiento, porque tenemos la convicción de que el Chile que hemos construido en los últimos 40 años, levantado sobre estos principios, hay que cuidarlo.
Sabemos que tenemos muchas cosas por mejorar, pero no podemos guardar silencio cuando lo que observamos es un intento desatado por estigmatizar el emprendimiento y contar una historia sombría, totalmente alejada de un país que se ha acercado al umbral del desarrollo con indicadores objetivos como el aumento de la esperanza de vida, el fin de la desnutrición y tantos otros indicadores en los que nuestra agricultura ha tenido un rol fundamental.
Nos hemos sentido injustamente maltratados en el último año. Es preocupante que en este contexto de futuro y donde Chile está llamado a jugar un rol preponderante para entregar alimentos de calidad a un mundo que crece en población de manera exponencial, el país haya reeditado una mala política para el agro, como es la colectivización de la propiedad de la tierra como única forma de saldar la denominada deuda indígena, por medio de la compra de miles y miles de hectáreas sin ninguna planificación, lo que no sólo ha generado una paralización productiva, sino también una creciente tensión que ha derivado en violencia.
Chile ya tuvo en la Reforma Agraria un ejemplo de cómo la violencia en los campos puede contribuir al derrumbe institucional de una nación y por ello es que observamos con honda preocupación la inercia con que el Estado ha manejado este tema.
En paralelo, se insiste en llevar a cabo un proyecto de Reforma al Código de Aguas que no ataca el problema de fondo: la agricultura ocupa apenas el 12% del agua dulce para producir alimentos y dar trabajo de calidad, pero sin embargo, se nos apunta como la fuente de los problemas de abastecimiento que existen en algunas zonas del país.
Es claro que el país necesita embalses, no obstante, lo que se impone una vez más es la ideología que cuestiona la propiedad privada en todos los ámbitos y busca agrandar el rol del Estado, con el consiguiente aumento de la burocracia que ya se consumió buena parte de los recursos adicionales que generó la reforma tributaria, la que también fue una pésima reforma, como lo refleja el paupérrimo crecimiento de la economía.
Pero aquí estamos, en nuestro centenario. Con la llama viva del ejemplo de quienes crearon la instancia de unidad de propósitos para los productores del sur, hoy estamos decididos a impulsar el abordaje de desafíos comunes, desde la comprensión de que existen puntos de encuentro para articular una mirada global del sector agrícola, sin distinciones.
El mandato de nuestros socios es claro: el espíritu que debe animar esta agenda es de generosidad para avanzar junto a todos los agricultores, sin distinción del gremio donde se ubiquen.
Si analizamos el presente de nuestra actividad, observamos márgenes cada vez más estrechos que obligan a la búsqueda de economías de escala, lo que traen como consecuencia una creciente concentración de la propiedad de la tierra acompañado de un uso intensivo de capital para trabajarla, esto al mismo tiempo hace menos competitivos a los agricultores que siguen adelante de manera individual y al margen de la asociatividad.
¿Hay aspectos que puede abordar el Estado? Por supuesto, pero si hoy, en medio de los desafíos que enfrenta el país, sólo nos quedáramos en la crítica a las autoridades de turno o a aquellos que compran nuestros productos, no sólo estaríamos muy lejos de dar una respuesta original a nuestro tiempo, peor aún: estaríamos traicionando el espíritu de nuestros fundadores. No quiero decir con ello que no podamos señalar aquello que consideramos errado, digo que no sólo debemos quedarnos en ello.
Enfrentamos en la actualidad un fenómeno global relacionado con la disolución de la trilogía propiedad-capital-trabajo, factores que hoy se desenvuelven de manera independiente: las últimas inversiones demuestran que el capital puede desarrollar una explotación sin necesariamente ser propietario o trabajar en ella, mientras que aquel que es propietario puede quedar al margen del sistema por falta de capital.
Hoy día, para poder producir, no basta con tener la tierra, se requiere año a año de una gran cantidad de capital: de ahí que de una mala temporada, se pueda ingresar en un círculo vicioso de endeudamiento.
¿Cómo se soluciona este problema? Con mayores niveles de eficiencia y economías de escala que en el caso de los agricultores, sólo son posibles por medio de la asociatividad. Es esto lo que en materia lechera, por ejemplo, nos ha llevado a impulsar la iniciativa Campos Australes, que integra verticalmente a los productores orientándolos al procesamiento, en un ejemplo que esperamos impulsar hacia otros rubros, como siempre lo ha hecho SAGO desde su fundación, bajo el antiguo eslogan: “Juntos todo, separados nada”.
Para lograr lo anterior, debemos ganar en confianza, atrevernos a ver al otro como un socio y no un enemigo, lo que se logra a partir de la comprensión profunda de la siguiente realidad: el mundo necesita cada vez más y mejores alimentos y nosotros, los agricultores, somos parte de este desafío mundial que abre enormes expectativas para los rubros actuales, los que están en desarrollo y los que están por venir, para continuar siendo uno de los pilares fundamentales del desarrollo social y económico de la provincia de Osorno, necesitamos trabajar con una visión compartida en las distintas cadenas productivas.
La asociatividad debe estar acompañada de innovación permanente como herramienta para el progreso, para adaptarse a los tiempos, una característica propia de SAGO AG, que seguirá adelante tanto con investigación propia como en alianza con organismos tanto privados como públicos.
Finalmente, les invitamos a disfrutar esta feria con la cual estamos cerrando el cronograma de conmemoración del centenario de nuestro gremio, asumiendo el compromiso de homenajear a nuestros fundadores con acción de hombres y mujeres conscientes de que el futuro y el de sus hijos está en sus propias manos.