Una elipse del recinto SAGO atiborrada de público recibió ayer la presentación de la Escuela Clásica Lipizzana, que por primera vez se presentó en el histórico terreno de exposiciones osornino en el marco de la SAGOFISUR Centenario, al mando de su director Óscar Coddou.
La cuadrilla de la Alta Escuela de la Escuela Clásica Lipizzana compuesta por potros Lipizzanos, montados por sus respectivos maestros, comenzaron su presentación puntualmente a las 19 horas del sábado, donde llevaron a cabo una presentación en conjunto mostrando las bondades de este hermoso animal en sus distintos aires (paso, trote, galope y aires elevados).
La presentación comprendió además, trabajos individuales montados y desmontados, como es el caso del trabajo en dos cuerdas, para finalizar con saltos de escuela.
La Fundación Lipizzana Chile fue fundada por el empresario chileno Nicolás Ibáñez Scott, quien estuvo presente en el recinto y mostró su satisfacción por poder llevar el espectáculo hasta la feria agrícola internacional más antigua de Chile.
Junto con entregar su apoyo a SAGO por las condiciones en que tuvo que desarrollar esta versión sin poder exponer animales bovinos ni ovinos, explicó que la motivación para dar vida a su fundación, es el amor y vocación que tiene por su país y en especial por la zona sur de Chile, en donde paralelamente está desarrollando otros proyectos de aporte cultural y empresarial a la comunidad.
La Alta Escuela, persigue desarrollar las inclinaciones y movimientos naturales del caballo hasta hacerlo parecer una obra de arte, además persigue alcanzar la perfección del jinete que debe saber domar y aprovechar todas las capacidades del caballo para hacerse valer en las batallas a caballo, para aparecer en los desfiles en perfecta sintonía con los demás jinetes y para lucirse en la escuela de equitación.
La preparación comienza con un asiento impecable en la silla de montar, momento tan importante como indispensable para el cuadro completo del caballo y jinete. El jinete aprendiz montando sementales expertos en todos los ejercicios de Alta Escuela, aprende autodisciplina y modestia porque es el caballo quien se convierte en su maestro. Así cuando el jinete se haya convertido en maestro, podrá educar a los jóvenes caballos sementales a través de un trabajo paciente.