El día después del incendio en el Pueblito Artesanal

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Desde el frontis del siniestrado Pueblito Artesanal de Osorno, Sebastián Catrilef, artesano de 40 años, mira a su padre, quien viste un atuendo de la etnia mapuche conversaban con rostro serio y sin quitar los ojos a los daños causados en la emblemática construcción de la ciudad. Su local afortunadamente no resultó afectado, pero siente como propio el dolor de sus compañeros por este hecho.

Señala el trabajador que en total fueron cerca de 15 locales, en mayor o menor medida afectados, en algunos casos con pérdidas totales y sin seguro, donde el fuego afectó los puestos de los fundadores del recinto que cuenta con cerca de 15 años de existencia. La comunidad de artesanos -dice Catrilef- está profundamente afectada.

Catrilef se define a si mismo y a sus compañeros como personas humildes y amantes del arte, que por medio del esfuerzo diario, por años han venido no sólo mostrando sus trabajos hoy arruinados por la emergencia, sino que también con empeño muestran una ciudad, una cultura y una patria. Hoy -dice Sebastián Catrilef- los artesanos, deben armarse de valor para volver a ponerse en pie.

En cuanto a la comunidad osornina, sólo un mensaje entrega Sebastián Catrilef: Que esperen a los artesanos, que confíen en ellos, ya que prontamente se pondrán en pie, saliendo adelante de esta adversa coyuntura, para volver abrir sus puestos ofreciendo lo mejor de sus trabajos en este icónico espacio cultural.