Tacos interminables, y un extraño conflicto entre autoridades municipales y regionales, provocó la fallida instalación de un reductor de velocidad en la ruta Puerto Montt – Alerce, a la altura de la nueva Escuela Municipal de La Vara.
En el lugar, el municipio había dispuesto instalar un lomo de toro, según se indicó, respondiendo a la solicitud de la comunidad de dotar con mayores medidas de seguridad al cruce desde y hacia la nueva escuela, a pesar de que a menos de 100 metros del plantel existe una pasarela peatonal.
La directora del tránsito del municipio puertomontino, Valeria Maldonado justificó los trabajos desarrollados, indoicando que se aprovechó la ventana de buen tiempo
Según indicó el Seremi de Transportes Nicolás Céspedes, los atochamientos provocaron una fiscalización en terreno de personal de Carabineros, que descubrió que no existían los permisos necesarios de parte de la cartera para realizar esta construcción, en una calle que pertenece a la red vial básica. La autoridad regional enfatizó en la necesidad de seguir los pasos que señala la legislación en la materia
El seremi de transportes Nicolás Céspedes, dijpo que la apertura de un colegio como pretende el Municipio genera una serie de efectos, que deben ser abordados a través de un estudio vial básico que permita determinar la mejor medida de mitigacion para proteger a los menores y sus familias
Tras indicarsele a los encargados de la obra la imposibilidad de seguir adelante con ella, por la carencia de estudios y permisos, el Alcalde Gervoy Paredes ordenó no proseguir con la construcción del lomo de toro. La Directora del Tránsito, Valeria Maldonado, reconoció que la tramitación del reductor de velocidad no estaban finalizados, y que la decisión de construír fue tomada solo para aprovechar el buen tiempo.
Los trabajos de construcción del polémico lomo de toro iniciados en la tarde de ayer en la ruta Puerto Montt – Alerce, provocaron importantes atochamientos, tanto en la vía en que se instalaba el reductor, como en la ruta 5, que fue empleada por quienes se dirigían a la ciudad satélite ante la imposibilidad de usar la ruta tradicional, con tiempos de viaje que se incrementaron en más de una hora. Sin duda, una pésima forma de cerrar la semana laboral.
