Cerca de las cinco de la mañana, hora de Chile, Fernando Candia y Felipe Osiadacz abandonaron la cárcel tras estar 15 meses recluidos y ser condenados a dos años de prisión por el homicidio culposo de un ciudadano de ese país.
Ambos salieron del recinto carcelario para Inmigrantes de Semenyih sin emitir declaraciones y fueron recibidos por diplomáticos de las embajadas de Chile y España, así como la madre y el hermano de Candia y la novia de Osiadacz, que han seguido de cerca la mayor parte del juicio en los últimos meses.
La liberación de los chilenos se produjo pese a la apelación que la Fiscalía de Malasia presentó a la sentencia que ambos recibieron por el confuso incidente que terminó con el fallecimiento de Yusaini Bin Ishak, pues a la pena se le descontó el tiempo en encierro, además de ocho meses por buena conducta.
Antes de ser liberados, Candia y Osiadacz debieron pasar una noche en el Centro de Detención, hasta donde fueron trasladados mientras se regularizaba su situación migratoria.
En esa línea, la abogada defensora de los chilenos, Venkateswari Alagendra, indicó previamente que se encontraban trabajando para regularizar la permanencia de los chilenos en Malasia y «obtener de vuelta los pasaportes de Fernando y Felipe para pedir una visa. Hicimos el trámite para tener los pasaportes y las visas correspondientes».
Asimismo, en forma paralela a dicho proceso, las embajadas de Chile y España realizaron los trámites para que ambos puedan estar legalmente en el país, pues el primero de ellos ingresó con pasaporte chileno, mientras que el segundo con español.
De ese modo, Candia y Osiadacz enfrentarán en libertad el nuevo proceso judicial iniciado tras la solicitud de la Fiscalía, que deberá ser revisada por la Corte de Apelaciones respectiva, pudiendo incluso aportar nuevas pruebas y testimonios.
Fuente: Emol.
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