El grupo «ecoterrorista» autodenominado «Individualistas Tendiendo a lo Salvaje» -el mismo que reivindicó el atentado de 2017 contra Óscar Landerretche- se adjudicó el envío de un paquete bomba al presidente de Metro, Louis de Grange.
«Conspiramos en las sombras minuciosamente para poder escoger quien sería el merecedor del explosivo. El asco y la rabia inundaba nuestro ser, la construcción e inauguración de la nueva línea tres del metro merecía venganza. Y así fue, tal como con el ‘minero’ (Landerretche), esta vez nuestro objetivo lo centramos en el presidente de Metro de Santiago, LOUIS DE GRANGUE CONCHA. El ingeniero civil cuyo nombre y existencia representa a una de las empresas de transporte más grandes de este país», señalaron los supuestos atacantes en un manifiesto difundido a través de internet.
«Metro de Santiago es la empresa que dice dar soluciones y progreso a la ‘gran ciudad’, con sus proyectos futuros y los ya realizados sólo consiguen roer y destruir aún más la tierra, abriéndola y desgarrándola en cada vez más kilómetros, dañando terriblemente el suelo. En el nombre del progreso humano transportan y acarrean de un lado a otro a los bastardos borregos y monótonos civilizados. Y así, a costas de las heridas infringidas en la tierra siguen acrecentando su fortuna», agregan.
«Con nuestro atentado no buscamos acabar con la empresa Metro, ni que depongan sus proyectos, eso sería estúpido e iluso. Solo buscamos honrar la tierra con explosiones y sangre. Esta vez ha sido el representante máximo de Metro, ayer fue el de Codelco, mañana algún otro ejecutivo importante», amenazaron.
«El suertudo»
«Grandes personajes ejecutivos, políticos, estudiantes y simples ciudadanos están en nuestra mira. La explosión les avisará…» (…) Esta vez fue el progresista Suertudo de Grangue (sic), mañana puede ser cualquier otro tipejo que se crea importante, que represente una empresa que quiera introducir progreso, hacer labores de extracción, denigrar a nuestros ancestros o, simplemente, alguien como TÚ», escriben.
«Al igual que como lo hicimos con Oscar Landerretche, una vez escogida nuestra presa, merodeamos su casa, comprobamos su seguridad y nos paseamos por los barrios residenciales que dicen ser los más seguros de la ciudad, nosotros los más buscados, frente a sus narices nos reímos una vez más. Vimos al objetivo a los ojos, él nos miró, pero no nos vio, no vio nuestras intenciones (…) Las cuchillas y las balas están cada vez más sedientas de sangre hiper-civilizada, como lo hemos dicho antes… el muerto les avisará…», dice el escrito en otro de sus párrafos.
Los supuestos subversivos dicen que «esta vez la satisfacción no fue plena» y no finalizó como esperaban, por lo que sugirieron a De Grange ser «bautizado como El SUERTUDO, (pues) sólo el azar te salvó».
Fuente: Cooperativa