Encontrar la manera de distraer a los niños durante las vacaciones se puede convertir en una ardua tarea para los padres, ya que aunque ellos están libres de jornadas escolares, los adultos continúan trabajando o con labores en el hogar.
El desafío es, entonces, saber gestionar de manera adecuada el ocio de los más pequeños y, además, pasar tiempo de calidad con ellos. Hay que entender dos cosas para lograr con éxito esta tarea: los niños se entretienen con cosas simples y, también, necesitan espacios de atención donde la conversación y la escucha sean esenciales.
Para mantenerlos atentos en una actividad, se recomienda generarles espacios y materiales de manera sorprendente, donde puedan explorar, considerando siempre que los momentos en los que el niño trabaja son cortos. Es bueno proporcionarles pequeñas cápsulas de acción, por ejemplo, con material de desecho como cajas de supermercado, enseñarles a construir un auto o un bus, para que ocupen tiempo tanto en la elaboración como en el juego una vez terminado el objeto. Esto mismo se puede desarrollar aún más, si el adulto construye señales del tránsito y le enseña al niño lo que significan.
En los días muy fríos o lluviosos, las manualidades son muy prácticas para que los niños se entretengan con materiales que tenemos en casa o que se pueden conseguir a bajo costo, como papel y lápices para que dibujen, globos y papel de diario para hacer una figura. También, se puede comprar cartón piedra para dibujar un animal con un orificio en la boca para que el niño lanzar cosas a través de él, entre otras cosas, que le permitan al pequeño desarrollar el asombro y la creatividad.
Otra excelente manera de fortalecer el vínculo es salir al aire libre a explorar, pues esto permite la indagación de cosas y el desarrollo de conversaciones que potencian el pensamiento crítico de los niños. Por ejemplo, mirar la lluvia y comenzar a preguntarle lo que es, así comenzará un diálogo en el cual, él también comenzará a hacer preguntas y recibirá respuestas, donde enviará información a su cerebro que le ayudará a desarrollar su pensamiento.
Verónica Guzmán
Académica Educación Parvularia UDLA
