Christian Arntz Mac-Evoy
Presidente Directorio
Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno A.G.
Fue el 30 de abril de 2018 cuando la Gobernación Provincial, nos dio a conocer importantes cambios en el combate del abigeato en nuestra zona, por medio del nombramiento del fiscal perteneciente a la Unidad de Análisis de Foco, Daniel Alvarado.
El trabajo de este fiscal como encargado de liderar un trabajo multidisciplinario que incluye al Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, al de Impuestos Internos, SII, y ambas policías, con el objetivo de desbaratar a los grupos organizados que han llevado este delito a un peligroso estadio de desarrollo, dio inmediatos frutos y ya en julio, se registraron tres detenidos por este delito, los que luego fueron condenados.
Dijimos entonces que estábamos frente a hechos concretos que nos abrían una gran esperanza para enfrentar la indefensión de los habitantes de zonas rurales que ha ido al alza en los últimos años.
Lamentablemente, debemos señalar que vemos con preocupación que a pesar de estos resultados que demostraron la eficacia de la medida adoptada, hoy la mesa Antiabigeato que tradicionalmente operaba al alero de la Gobernación Provincial, se encuentra sin movimiento justo cuando hemos entrado al mes de septiembre, periodo del año donde recrudece este delito.
Tal como dijimos en su oportunidad en esta misma tribuna, creemos en los esfuerzos interinstitucionales que lidera la Unidad de Análisis de Foco en el caso del abigeato, más que en el fortalecimiento de un solo organismo que se exhibe generando sobre expectativas, como el camino correcto para enfrentar el desafío de terminar con la delincuencia rural.
Y a los consumidores les decimos: sean responsables, compren en lugares establecidos y no adquieran carne de dudosa procedencia, porque hacerse de ella no sólo los convierte en parte de un delito, sino también los deja expuestos a serias enfermedades.
Pero esta no es la única preocupación que enfrentan los ganaderos de esta zona. Otro motivo de pérdida de patrimonio animal endémico y pecuniario, tiene que ver con la nula capacidad del Estado para enfrentar la problemática de los perros asilvestrados que en la región de Los Lagos atacan desde pudúes hasta bovinos.
La ignorancia ha impedido al legislador distinguir entre la defensa de los derechos de los animales y las verdaderas amenazas a estos mismos, provocadas por poblaciones de perros que, carecen de depredadores naturales que regulen su población, razón por la cual, la única manera de hacerlo es por medio de la caza, tal como ocurre en Estados Unidos con los porcinos salvajes.
Estamos a tiempo de retomar el impulso en estos dos problemas que afectan el desarrollo ganadero de esta zona y la correcta defensa de nuestra fauna.
Publicada el Domingo 01 de Septiembre en el diario El Austral de Osorno