El 85% de las exportaciones de cerezas de Chile van a China, mientras que las cerezas exportadas desde Chile representan el 90% de las importaciones totales de cerezas en China. La temporada alta de producción de cerezas chinas se sitúa entre abril y mayo de cada año, mientras que la temporada alta en Europa se desarrolla de mayo a julio. Sin embargo, las cerezas chilenas se encuentran generalmente disponibles a finales de año (de noviembre a febrero), coincidiendo con las diferentes festividades chinas.
En China hay disponibilidad de cerezas frescas en invierno gracias a que Chile se encuentra en el hemisferio sur, donde a finales de año es verano. Chile cuenta también con buenas condiciones geográficas y climáticas para el cultivo de cerezas. En comparación con varios otros países productores del hemisferio sur, la fruta de Chile tiene un calibre mayor y está disponible en volúmenes más grandes. Por ello, se comercializa a precios más ventajosos y su disponibilidad es mayor. Las cerezas chilenas son muy populares entre los comerciantes y consumidores chinos.
Además, como las cerezas son un producto muy delicado, la mínima presión sobre los frutos durante la recolección puede ocasionar daños a la fruta, por lo que la cosecha no se realiza con máquinas, sino a mano. Por lo tanto, una gran parte del coste de producción proviene de los gastos de la recolección manual.
Según los expertos del sector, se espera que la producción de cerezas chilenas aumente un 20%-30% en comparación con la del año pasado. Como resultado, el volumen previsto de cerezas exportadas desde Chile al mercado hortofrutícola de Huizhan es aproximadamente un 30% más alto que el del año pasado.
Fuente: Wanguo Fengyunhui