Los precios del petróleo se disparaban con su mayor fuerza en tres décadas, desde la Guerra del Golfo Pérsico, después de que un ataque coordinado de drones golpeara el corazón de la industria petrolera de Arabia Saudita el sábado, obligando al reino a reducir a la mitad su producción.
En las negociaciones de la mañana el crudo avanzaba un 10% el barril Brent a US$65,73, mientras que el barril WT se situaba en US$59,49. Se trata de un aumento que no se veía desde 1991.
Horas antes, los futuros del crudo Brent subieron cerca de 20% y los del crudo en Estados Unidos treparon casi un 16%, ambos cerca de su mayor nivel desde mayo. Pero los precios se alejaron de sus máximos intradiarios, después de que el presidente Donald Trump autorizó el uso de las reservas de emergencia del país para asegurar un suministro estable.
Los drones atacaron una instalación de procesamiento de petróleo en Abqaiq y el cercano campo petrolero de Khurais el sábado, destruyendo 5,7 millones de barriles de producción diaria de crudo o el 50% de la producción de petróleo del reino. Según se informó, Saudi Aramco, la compañía petrolera nacional, aspira a restaurar alrededor de un tercio de su producción de crudo, es decir, 2 millones de barriles, este lunes.
El domingo por la noche, el presidente Donald Trump dijo que estaba autorizando liberar petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo para mantener los mercados “bien abastecidos” y afirmó que está preparado para responder a los ataques, acusando a Irán de los mismos.
Lo ocurrido este fin de semana supone la mayor interrupción en el suministro de petróleo de una sola vez en la historia, lo que ha dado lugar a la mayor subida de precios de golpe de la historia. El Brent ha llegado a dispararse un 19% mientras que el West Texas se revalorizaba un 15%.
Fuente: La Tercera