La reacción agropecuaria en Holanda: Masivo tractorazo. Productores cansados de ser culpados por el cambio climático

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Los productores de todo el mundo están siendo cuestionados por quienes, desde la comodidad de las ciudades, los acusan de ser los principales responsables del calentamiento global por las emisiones de gases del efecto invernadero (GEI), la deforestación, los casos de cáncer y muchos otros males planetarios.
Pero los primeros capítulos de la “reacción agropecuaria” frente a las acusaciones sin gran fundamento de ambientalistas, veganos o políticos irresponsables sucedió este martes en Holanda, donde miles de productores se movilizaron con sus tractores hasta la ciudad de La Haya.
Cuentan los cables de la agencia EFE que miles de granjeros holandeses protagonizaron “una manifestación masiva y ruidosa, en la que denunciaron ser usados por el Gobierno y los activistas como chivos expiatorios de la lucha contra el cambio climático”. Acá, para que se entienda, nosotros preferimos decirlo de este modo: los productores holandeses se cansaron de ser tratados en esta película del cambio climático como los únicos boludos a los que se le echan todas las culpas. Así que salieron a protestar a las rutas.
Frente al tractorazo en varias rutas del país, que provocó grandes congestiones que fastidiaron a los automovilistas (que por supuesto no suelen reconocer que contaminan y emiten tanto o más gases que la agricultura, según todas las mediciones disponibles), el Gobierno de Holanda envió a la ministra de Agricultura, Carola Schouten, a contener y conciliar con los productores. Los ganaderos, tras una reunión, le regalaron un queso como símbolo de su trabajo.
Los productores holandeses, hartos del dedo acusador de la sociedad urbana europea (que está contaminando la discusión en todo el planeta y ahora están llegando a la Argentina), mostraron carteles que decían una obviedad: “No farmer, no food” (Sin granjeros no hay comida, en inglés).
Esta “reacción” se produjo cuando las acusaciones de los ambientalistas amenazaban con transformase en hechos concretos. La semana pasada, un comité asesor del gobierno recomendó el cierre de las granjas de ganado “ineficientes”, para reducir así los niveles de contaminación. Frente a esta posibilidad, los diferentes grupos agrícolas consideraron que se usa a los granjeros como “chivos expiatorios”, mientras, por ejemplo, no se actúa contra la industria de la aviación o la automotriz.
Más de 10.000 personas, tanto agricultores como sus familiares y representantes de la sociedad civil que apoyan la protesta, se concentraron finalmente en el parque Malieveld de La Haya, a pocos metros del Parlamento holandés y de la sede del Gobierno de Mark Rutte, a gritos de “¡Boeren!” (Granjeros, en neerlandés).
Según la policía, en la explanada donde se celebró la manifestación, se concentraron al menos 2.200 tractores, cuando solo 75 estaban inicialmente autorizados por el municipio, que buscaba evitar altercados. Los vehículos rurales rompieron las barreras instaladas por la policía y marcharon hasta Malieveld.
Según el diario El País de España, las columnas de tractores marchando a 40 kilómetros por hora “han provocado este martes el mayor atasco de la historia del país”.
El diario aporta datos jugosos sobre quienes protestaron. Dice que la Oficina Central de Estadística calcula que los 53.919 granjeros de Holanda representan el 0,6% del total de empleo. Hay 16.000 explotaciones lecheras, 11.000 agrícolas, y 6.700 dedicadas a la horticultura, además de 5.300 firmas porcinas, según las mismas fuentes.