Este domingo, la Región Metropolitana despertó después de una primera noche de toque de queda. Fue el cierre de un agitado día en la capital: el malestar planteado por la ciudadanía a comienzos de la semana por el alza en la tarifa de Metro se convirtió en una crisis que terminó por expandirse a otras regiones, y que no se aplacó con el anuncio del Presidente de suspender la modificación de precio.
Desde La Moneda y acompañado por el ministro de Defensa, Alberto Espina, y el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, el ministro Andrés Chadwick entregó esta mañana un balance de lo ocurrido en todo el país en las últimas 24 horas.
Hasta el momento se ha producido el deceso de dos mujeres en un supermercado de San Bernardo, donde se produjo un saqueo y posterior incendio. Adicionalmente, «una persona quedó herida con el 75% de su cuerpo co quemaduras.
«A las 4 de la madrugada, en un control de patrulla militar, se produjo un incidente donde resultaron heridas a bala dos personas, con heridas graves», informó también el secretario de Estado. Los hechos ocurrieron en el límite entre Puente Alto y La Pintana y la investigación quedó a cargo de la fiscalía.
Adicionalmente, se registraron 50 «eventos graves de violencia» producidos durante la noche en la Región Metropolitana y otros 53 en regiones, lo que da un total de 103 incidentes.
Entre ellos, la quema de siete buses del Transantiago y los ataques a ocho estaciones de Metro. La jornada terminó con un total de 625 personas detenidas y «pasadas al control de la fiscalía» en la capital y otras 91 en regiones, es decir, 716 detenidos a nivel nacional.
A eso se suman denuncias de 15 civiles heridos en toda la nación y 61 carabineros lesionados.
Las FF.AA. «cuentan realmente con nuestro respaldo»
La tarde del sábado, el Gobierno tomó la decisión de decretar un inédito toque de queda, que se sumó al estado de excepción constitucional de emergencia declarado 24 horas antes.
Estas acciones han sido ampliamente criticadas por políticos del Frente Amplio, el Partido Comunista y la DC, quienes se negaron a dialogar con el Presidente hasta que retire la presencia militar de las calles.
También fue cuestionado por analistas. «Llamar al diálogo con la metralleta en la mesa me parece un ejercicio retórico poco serio», dijo durante la noche la académica de la USACH y experta en seguridad ciudadana, Lucía Dammert.
«El momento del diálogo era ayer. Hoy, con los militares en la calle, toca que propongan medidas claras, cambio en los equipos y retiro de los militares».
Uno de los opositores a la aproximación del gobierno ha sido el diputado Gabriel Boric (CS), a quien se ha visto protestando en Plaza Italia. «El Gobierno parece no entender que en primer lugar este no es un problema de orden público sino algo mucho más profundo», dijo.
«Pretenden reprimir la protesta, pero eso no acabará con el malestar». A pesar de las críticas, el ministro defendió la decisión tomada por el Gobierno. «El trabajo que están desarrollando nuestras Fuerzas Aramdas y Carabineros (…) por desarrollar el control de seguridad y de tranquilidad para nuestra población, ha sido y cuenta realmente con nuestro respaldo porque ha sido indispensable, como todo el país lo ha podido señalar», dijo.
«Como Gobierno, hemos desplegado todos nuestros esfuerzos para poder responder a nuestro deber, que es precisamente resguardar la seguridad de las personas y el control del orden público», añadió. Así, precisó que anoche se desplegaron 7.941 efectivos de Fuerzas Armadas y Carabineros para desarrollar principalmente la función de «cuidado de la infraestructura crítica» de la ciudad y el «patrullaje» de las calles.
Fuente: Emol
