Las recientes movilizaciones sociales ocurridas en los últimos nueve días obligaron al gobierno del Presidente Sebastián Piñera a tomar medidas de urgencia. El mandatario propuso un paquete de medidas sociales y además manifestó su intención de realizar un cambio de gabinete.
Pero no solo eso. Los cuestionamientos desde las calles pusieron en la mesa la búsqueda de soluciones a las deficiencias del modelo económico y social que rige al país desde el retorno a la democracia. Una demanda que desde las redes sociales, las murallas de la ciudad y en los carteles que coparon las ciudades, expresaron una interpelación a los líderes políticos.
Reunidos para un debate televisivo en el programa Estado Nacional de TVN, los presidentes de la mayoría de los partidos de Chile Vamos, Jacqueline Van Rysselberghe (UDI), Mario Desbordes (RN) y el senador Felipe Kast (Evópoli), discutieron con los mandamases ligados a la ex Nueva Mayoría, Álvaro Elizalde (PS), Fuad Chaín (DC) y Heraldo Muñoz (PPD), temas como la posibilidad de una nueva Constitución, el manejo político y la crisis de representatividad del sistema de partidos. Coinciden en reconocer el malestar de la ciudadanía y que en rigor responde a una crisis sobre ciertos fundamentos del pacto social, pero al momento de discutir temas específicos, se observan las diferencias respecto a como abordarlo.
¿Nueva Constitución?
Una propuesta que se ha leído en estos días, e incluso ha sido discutida en matinales, es la redacción de una nueva carta fundamental. Un punto en tensión está en la función del estado. Una vieja discusión que ha movido las pasiones de liberales y de quienes pugnan por estado de bienestar, pero que la crisis ha traído de vuelta a la palestra, en especial sobre su rol y alcance.
“Hay que avanzar hacia una nueva Constitución. Tenemos una Constitución que fue impuesta en dictadura y que fue pensada para proteger los privilegios de unos pocos. Si decimos que avancemos hacia una fijación de precios y una red de farmacias populares van a decir que es inconstitucional”, planteó el timonel socialista Álvaro Elizalde.
Casi de inmediato, la idea motivó la replica de Felipe Kast. “¿Está ahí la solución a todos problemas? Puede ser que el punto final de este proceso sea una nueva Constitución. Esto está recién comenzando. Todos tenemos que tener un poco más de humildad más que una lista de supermercado. Lo que falló en los últimos 30 años es el Estado. Los políticos ocupamos al Estado como agencia de empleos”. La senadora Van Rysselberghe añadió: “La nueva constitución si no esta financiando, sino somos repsosables, es letra muerta”.
“En aguas casos yo creo que si, yo creo q una familia de clase media tiene derecho a endeudarse si quiere irse de vacaciones pero no debiera suceder que quede completamente endeudada si tiene la enfermedad de un familiar”, afirmó la Presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe.
A su vez, Heraldo Muñioz retrucó “Si creemos que la respuesta a las demandas ciudadanas es el paquete de medidas sociales anunciadas por el Presidente, estamos mal. Aquí necesitamos un nuevo pacto social. Tenemos que ir a cosas fundamentales y no a un paquete de medidas”.
“Podemos dar señales como la condonación total o parcial del CAE. Nosotros hemos propuesto avanzar hacia una pensión básica universal. Vienen de Argentina a comprar televisores, y nosotros vamos a Argentina a comprar remedios -agregó Fuad Chaín-. No podemos seguir teniendo un país donde Santiago se tome toda la inversión, y donde en el mismo Santiago exista una desigualdad tan grande”.
¿Menos parlamentarios?
Las fotografías eran elocuentes. En la masiva marcha del viernes por la tarde hubo trapos de barras de fútbol, intervenciones artísticas y lienzos de causas como el medio ambiente o el feminismo. Pero nadie levantó las banderas de los partidos políticos durante la convulsa primavera chilena. Un detalle que para los líderes políticos les plantea un desafío respecto a la representatividad. Al respecto ya está en avance el proyecto que baja la dieta parlamentaria, una iniciativa patrocinada por el Frente Amplio. Pero ello dio pie a otra cuestión ¿es posible bajar el número de congresistas?
La senadora Van Rysselberghe fue tajante al respecto. “Creo que no es necesario tener parlamentarios que representan el 1%”, señaló. “Acá se habla mucho de la modernización del Estado, pero también es necesario rebajar el número de parlamentarios. Puede haber un sistema proporcional pero no es necesario subirlo al número que subió. Si vamos a hacer un simbolismo, hagámoslo bien”.
La propuesta encontró respaldo en Debordes. “Creo que hay que disminuir el número de parlamentarios pero también con una fórmula que permita representatividad. Hay que llegar a algún número que técnicamente permita la mayor representatividad posible. Tenemos que ver las grandes transformaciones, RN, el gobierno y Chile Vamos están dispuestos a conversar. Si en tres meses más no hay cambios, en la próxima movilización la gente va a decir que nos dieron la posibilidad y no la aprovechamos”.
Pero desde la oposición se planteó que esa medida implica un retroceso. Para Elizalde y Chaín, esa iniciativa significa volver al binominalismo. Es decir, dos bloques que alternan el poder, la representatividad y todos los cargos del estado.
¿Cómo salir de la crisis?
Otro tema importante tocado por los representantes de los partidos es la manera de resolver la crisis social desatada en el país. En algo coincidieron: la necesidad de diálogo. “Tenemos que conversar, ser capaces de cruzar estas líneas rojas que fuimos poniendo. Es necesario darle una vuelta que hoy hagamos un mayor gasto por un periodo bien acotado -señaló Desbordes-. Valorar que se recuperó la paz en general. Si hubo casos de abusos, deben ser sancionados públicamente, pero también los autores de los saqueos y el trabajo de nuestras Fuerzas Armadas y policías. Creo que vamos a estar a la altura y que vamos a responder a lo que nos están pidiendo”.
Desde la oposición, Heraldo Muñoz destacó que “no podemos volver a la normalidad de poco más de una semana atrás. Hay que reestablecer el orden público. Tenemos que hacer cambios estructurales y avanzar a discutir una nueva Constitución. Creo que eso es parte del camino”.
Por su lado, Álvaro Elizalde hizo notar que es necesario incorporar más voces al debate. De hecho, argumentó que esa fue una de las razones de su mentada ausencia en la reunión con el Presidente Piñera en La Moneda. “Hay actores que no están sentados. Porque si creemos que los mismos de siempre vamos a solucionar el problema, estamos equivocados. Tenemos que hacernos cargo que este país se cansó. Hacerlo con mucha humildad y con voluntad de hacer cambios profundos”.
Felipe Kast prefirió resaltar que la distancia entre la clase política y el ciudadano común. “Creo que el tema de la conexión con la ciudadanía es tan importante. La ciudadanía sabe que las soluciones no son de un día para otro, pero lo que no tolera es que no exista esa conexión. Por supuesto que los anuncios del Presidente no son las soluciones a todo. Es una vergüenza que hoy tengamos comunas con ingresos de Europa que tienen museos de cera, tienen drones, y tengamos comunas como Padre las Casas en las que las escuelas ni siquiera pueden pagar la calefacción”.
“Nosotros somos parte del problema -agregó Chaín-. La gente no tiene confianza en nosotros. Por algo no había prácticamente banderas de los partidos en la movilización. Lo que la gente quiere es que seamos capaces de conversar y de ponernos de acuerdo. Si no conversamos para hacernos cargo, la verdad es que no vamos a estar a la altura de las circunstancias.
¿Más impuestos?
Allí se llegó hasta un punto clave, que es habitual discusión en la economía. El uso de los recursos. Al respecto, Heraldo Muñoz planteó revisar el apego a la regla fiscal, es decir la regulación del gasto del estado en relación a sus ingresos. “La gente siente que no puede acceder a los privilegios que otros tienen. Yo espero que el gabinete sea más que el 70% de los colegios privados de Santiago. Ha pasado en todos los gobiernos pero en este mucho más profundo. La gente quiere ver mayor diversidad. Todo el mundo quiere que la torta crezca, que el país crezca, pero que sea mejor distribuida. Tenemos que abandonar la regla fiscal a corto plazo. Tenemos que entrar en un mayor déficit pero teniendo en el horizonte superarla. La regla fiscal está muy bien, nos permite enfrentar situaciones, pero hoy hay que abandonarla, teniendo en el horizonte recuperarla”.
El aumento del gasto del estado, es un punto de habitual rechazo desde la derecha. “Hay que ser responsables porque también necesitamos que el país siga creciendo -planteó Jacqueline Van Rysselberghe-. Hay que encontrar el equilibrio. Necesitamos gente que entienda que la gente de regiones vive con desventajas en relación a Santiago. En Ñuñoa era gente que tenía sus necesidades básicas satisfechas, pero quizás estaban protestando porque la desigualdad iba mucho más allá”.
“Nadie se puede negar a subir los impuestos. Pero ¿no será relevante también preguntar cómo estamos gastando los recursos públicos? -preguntó Felipe Kast-. Para que no gastemos los recursos de todos los chilenos en un saco roto. Abandonar la regla fiscal es poner la carreta adelante de los bueyes. Ojalá que aumentemos la carga tributaria en conjunto con una reforma al Estado. Tenemos el gasto fiscal más alto de los últimos 30 años”.
A continuación, Chaín se hizo cargo de otro punto ¿a quién subir los impuestos? “Tenemos que buscar cómo gravar a los más ricos. Nosotros planteamos gravar con una tasa adicional a quienes tienen una posición dominante en mercados concentrados, por qué las grandes farmacias van a pagar lo mismo. ¿Por qué no castigamos con un impuesto adicional a quienes se benefician de esta situación?”.
Además, el líder del partido de la falange planteó que el asunto tiene otras aristas relacionadas a la preeminencia de lo técnico. “A veces nosotros somos demasiado dogmáticos. Tenemos que ser más audaces. Hemos tenido una dictadura tecnocrática. Hay que cuestionarse todo hoy día. Pasar de una economía de mercado a una que sea social y sustentable de mercado. El cambio no es solo económico, político y social. Creo que ha habido un cambio cultural, un cambio ético y valórico. La gente ya no es tan individualista, no es tan competitiva. Empieza a nacer un país que es más solidario, que es más empática”.
Pero desde el gremialismo, Van Rysselberghe retrucó. “Uno ve departamentos que valen 12 mil UF y que están exentos de impuestos porque son pequeños. Uno tiene que adecuar el sistema a como ha cambiado la sociedad. Creo que la única manera de responder a la gente es conversar desde nuestras distintas posiciones”.
Así, ad portas de un cambio de gabinete (en el que señalaron, esperan una mayor representatividad), los líderes políticos plantearon sus posiciones frente a la crisis social, que de un zarpazo les obligó a replantear agendas, discursos y ante todo, su manera de contactar con la ciudadanía.
Fuente: La Tercera